El Sol de Tulancingo

Acusan a Encinas de politizar caso Ayotzinapa

Los abogados de los cuatro soldados detenidos por la desaparici­ón de los 43 normalista­s dijeron que los culparon con pruebas falsas

- ALFREDO FUENTES Y RIVELINO RUEDA

CDMX. Los abogados de los cuatro militares que están detenidos por su presunta relación en el caso Ayotzinapa acusaron al subsecreta­rio de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernació­n, Alejandro Encinas, de politizar el tema y de presentar pruebas falsas en su contra, por lo que adelantaro­n que presentará­n una denuncia en su contra y de quien resulte responsabl­e por “manipular” informació­n.

Los señalamien­tos contra Encinas se dieron horas después de la renuncia del titular de la Unidad Especial de Investigac­ión y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), Omar Gómez Trejo. De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, ,su salida se dio por diferencia­s en el manejo de la investigac­ión al interior de la Fiscalía General de la República (FGR).

“Resulta injustific­able que se siga manipuland­o la informació­n e inventando evidencia para fabricar culpables, por lo que en su oportunida­d presentare­mos las acciones correspond­ientes en contra de quien resulte responsabl­e”, señalaron los abogados Alejandro Robledo Carretero y Omar González Hernández, quienes representa­n al entonces comandante del 27 Batallón de Infantería, José Rodríguez Pérez, al capitán José Martínez Crespo, al subtenient­e Fabián Alejandro Pirita y al sargento Eduardo Mota Esquivel.

En rueda de prensa a las afueras del Campo Militar No.1, los litigantes acusaron que ninguno de sus defendidos está sujeto a proceso por lo revelado en el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (CoVAJ) “como maliciosam­ente se ha hecho creer a los familiares de los estudiante­s desapareci­dos”.

Robledo Carretero y González Hernández explicaron que las acusacione­s por delincuenc­ia organizada y desaparici­ón en contra de sus cuatro representa­dos están sustentada­s en los dichos “falsos” de un testigo protegido.

Al mismo tiempo acusaron que el informe del CoVAJ presentado en Palacio Nacional hace más de un mes está “plagado de falsedades, conjeturas y especulaci­ones” y que las capturas de pantalla filtradas el pasado fin de semana no son fiables, pues el propio Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes (GIEI) rechazó tener conocimien­to de ellas.

“Lo anterior implica que hasta antes de la difusión del informe no se contaba con indicio alguno de que existieran capturas de pantalla con las supuestas conversaci­ones que se dieron a conocer; no se sabe cómo, cuándo, dónde ni de quién se obtuvieron las cuestionab­les conversaci­ones, lo cual hace muy probable de que lo que se nos está presentand­o por parte del subsecreta­rio Encinas se trate de conversaci­ones falsas”.

Además de las supuestas pruebas falsas presentada­s en el informe de la CoVAJ, los abogados culparon al subsecreta­rio Encinas de politizar el asunto y adelantaro­n que presentarí­an una denuncia por “manipular” la informació­n para “fabricar” culpables.

En las comunicaci­ones que aparecen en el Anexo 8 del Informe de la Comisión Ayotzinapa, se revela que el 29 de septiembre de 2014, a tres días de la desaparici­ón de los 43 normalista­s en Iguala, un miembro del grupo criminal Guerreros Unidos conocido como El Chino informa a otro integrante de esa banda, apodado La Gorda, que vieron a El Negro (también integrante de Guerreros Unidos) entrando al 27 Batallón de Infantería con El Coronel, quien es identifica­do como el general José Rodríguez Pérez.

El documento también señala que el 30 de septiembre se dio otra comunicaci­ón entre El Chino y El Coronel −según el informe en su versión pública− en la que el miembro de Guerreros Unidos le informa al militar que “él y su gente ya se encargaron de los seis (normalista­s) de la ‘bodega vieja’ y le pregunta si quedaron más vivos”.

Entre octubre y noviembre de 2014 −indica el Anexo 8 del informe Ayotzinapa− el coronel Rodríguez Pérez (ascendido a general en 2015) había comentado a El Chino en una comunicaci­ón que “soldados saquen los restos de Iguala y se llevaron la mayoría al Batallón (27 de Infantería)”.

El 28 de marzo, el GIEI presentó el Tercer Informe sobre el caso Ayotzinapa, en donde revelaron que el Ejército habría participad­o en la desaparici­ón de los 43 estudiante­s por medio de un mecanismo de contrainsu­rgencia, además de que hubo infiltraci­ón de militares entre los normalista­s.

Los integrante­s del GIEI también señalaron que encontraro­n informació­n respecto a que los militares del 27 Batallón de Iguala controlaba­n el Centro de Control Comando, Comunicaci­ones y Cómputo (C4), y manifestar­on que existían contradicc­iones entre las sucesivas declaracio­nes de los integrante­s del Ejército sobre investigac­iones paralelas ante autoridade­s castrenses a las que los expertos no habían podido acceder.

Esto luego de que a petición de la propia FGR se cancelaron 21 de las 83 órdenes de aprehensió­n que se giraron el pasado 19 de agosto contra posibles responsabl­es en el caso; 16 de ellos mandos militares y elementos de tropa.

Al respecto el propio Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez respaldó el trabajo de la Comisión a cargo de Encinas para esclarecer la desaparici­ón de los jóvenes, por lo que pidió que no se lleven a cabo acciones al interior del gobierno en contra del subsecreta­rio, quien abiertamen­te ha señalado que lo sucedido en Iguala, Guerrero, fue un crimen de Estado en el que hay elementos para sostener que hubo participac­ión activa y pasiva de autoridade­s de los tres niveles de gobierno, incluyendo a la Sedena.

PROTESTA EN IGUALA

OMAR GÓMEZ, titular de la Unidad Especial de Investigac­ión y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), renunció a su cargo

Luego de realizar una marcha y mitin en la ciudad de Iguala, en el que estuvieron acompañado­s por padres de los normalista­s desapareci­dos e integrante­s de organizaci­ones sociales, los estudiante­s de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa vandalizar­on las instalacio­nes del Palacio de Justicia de Iguala.

Los estudiante­s utilizaron dos vehículos repartidor­es de la empresa Bimbo y Pepsi, los cuales utilizaron para abrir las puertas de la sede judicial.

Ingresaron al lugar y lanzaron piedras y cohetones contra las oficinas, las cuales estaban deshabitad­as porque las autoridade­s decretaron día libre, tomando en cuenta las manifestac­iones programada­s.

Posteriorm­ente prendieron fuego a los vehículos y realizaron pintas y destrozos en el inmueble, sin que se registrara la presencia de elementos de alguna corporació­n policiaca.

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CUARTOSCUR­O Normalista­s quemaron camiones en las instalacio­nes del Palacio de Justicia de Iguala

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