Los cambios de gobierno y el combate a la corrupción
El encargado de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, Santiago Nieto, ha dado cuenta de que siete municipios y dos secretarías del gobierno de la entidad estarían involucradas en una desviación de 200 millones de pesos.
No es la primera vez que se hacen este tipo de señalamientos luego del cambio de gobierno en el estado. Hay que recordar que en el sexenio pasado fueron detenidos exfuncionarios de la administración de Francisco Olvera.
Uno de esos casos fue el del entonces subsecretario de Finanzas y Administración de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo, quien fue acusado del delito de peculado por la cantidad de 600 millones de pesos.
Otro detenido de esa época fue el exdirector de Administración de Recursos Materiales y Financieros de los Servicios de Salud de Hidalgo, a quien señalaron de presuntamente desviar 51 millones de pesos.
Y hoy son nueve entes los involucrados en el desvío de dos centenares de millones de pesos.
Ello significa que si los titulares de todas esas instancias públicas presuntamente implicadas se hubiesen dividido la mencionada cantidad de dinero a partes iguales, les habrían tocado aproximadamente 22 millones de pesos a cada uno.
Y seguramente la autoridad dirá que lo mismo es que se roben 100 pesos que 22 millones, 51 millones o 600 millones. La corrupción es corrupción y se debe castigar. Cierto. Por ello la sociedad espera que se castigue a quienes se les compruebe que incurrieron en hechos delictivos.
Sólo que a veces la justicia es tardía y los procesos judiciales pueden ser eternos.
No obstante, lo bueno de todo esto es que quizá quienes manejan los recursos públicos la piensan dos veces antes de hacer alguna tropelía.
ADIÓS AL HOSPITAL INFLABLE. ¡GRACIAS A SU EQUIPO MÉDICO!
Ayer desinflaron el llamado hospital inflable que fue instalado al inicio de la pandemia en Pachuca, capital del estado de Hidalgo.
Terminó un ciclo a pesar de que aún hay presencia del coronavirus. La estrategia es otra ya que el número de enfermos ha disminuido considerablemente. La etapa más difícil quedó atrás.
Muchas personas entraron enfermas a ese nosocomio y algunas ya no salieron con vida.
Pero estamos seguros que muchas otras recuerdan lo que ahí dentro vivieron, sufrieron y superaron gracias al trabajo de todo el personal médico que laboró día y noche sin importar el cansancio o el miedo generado por la posibilidad de contraer el virus.
Por ello expresamos el reconocimiento de quienes laboramos en esta casa editorial para ese ejército médico que durante más de dos años dieron la batalla y salvaron muchas vidas, entre ellas la de uno de nuestros compañeros de trabajo.
Sin duda ese hospital fue un acierto del gobierno de Omar Fayad. Sin importar lo que haya costado mantenerlo en operación, ayudó a salvar vidas. Cumplió su objetivo y hoy ya no se requiere. Ojalá que no sea necesario volver a inflarlo en mucho tiempo, ni para enfrentar al coronavirus, ni para alguna otra enfermedad.