El Sol de Tulancingo

Colapsa una vecindad del Centro

Desde el sismo de 2017 fue catalogada de alto riesgo y pese a ello era habitada por 10 familias

- KARLA RIVAS La Prensa

CDMX. El derrumbe del segundo piso de una unidad habitacion­al ubicada en el Centro Histórico, en la alcaldía Cuauhtémoc, provocó temor entre decenas de familias que vivían en el lugar. El colapso dejó un saldo de al menos dos personas lesionadas y 37 más desalojada­s y enviadas a un albergue.

Según las primera investigac­iones, este inmueble ubicado en Justo Sierra 27, entre las calles Del Carmen y República de Brasil es uno de los afectados por los terremotos de 1985 y 2017 y pese a encontrars­e en pésimas condicione­s hasta la noche del martes se derrumbó. Esta vieja vecindad de tres niveles poco a poco se fracturó, pues constantem­ente crujía el edificio, pero fue en el segundo piso donde se suscitó el derrumbe que llenó de escombros y piedras el lugar.

Tras el siniestro una llamada de emergencia al 911 movilizó a elementos de Protección Civil, bomberos, policías, así como socorrista­s del ERUM y de la alcaldía, para atender a las víctimas.

Este predio es uno de los 136 edificios de la zona Centro que fueron catalogado­s de alto riesgo de derrumbe durante el censo que realizó el gobierno de la ciudad después del sismo de 2017.

Del lugar desalojaro­n cinco adultos mayores de 70 años, 22 de menos de 60, así como cinco menores de 10, sin que se registrará ninguna vida perdida. cerca de 10 familias perdieron su vivienda.

EN UN primer reporte, autoridade­s de Protección Civil señalaron vía Twitter que el derrumbe fue por falta de mantenimie­nto

Myriam Urzúa Venegas, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil local, asistió a la zona del desastre para apoyar a las familias y a los comerciant­es del lugar.

Haydee Ramírez es una comerciant­e que guardaba su mercancía en un local del sitio del derrumbe, quien acudió para sacar lo que pudo. Al llegar, personal de Protección Civil le permitió el paso, pues sus pertenenci­as estaban a la vista, sólo tenían polvo encima.

Jorge Alberto, que habita en uno de los departamen­tos, relató que regresaba de correr y cuando trató de ingresar ocurrió el derrumbe justo en la vivienda que se encuentra a un costado de la suya, por lo que espera que las autoridade­s les digan dónde pasarían la noche.

César Sánchez, que pertenece a una de las familias afectadas, mencionó: "desde días anteriores ya se habían agrietado algunas partes del edificio, se escuchaban crujidos y tenía señales de que en algún momento se podría terminar de derrumbar.

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