La carrera armamentista actual: EU
La estrategia de defensa nacional de Estados Unidos 2022, a cargo del presidente Biden, clasificó a China como su principal adversario y amenaza, dentro de la competencia geopolítica por el poder en el tablero internacional. En esta misma se plantea llevar a cabo una estrategia industrial de desarrollo de la tecnología militar y fortalecer este sector para beneficio de la nación.
Aunado a ello, es imprescindible saber que Estados Unidos lidera el top 100 de industrias armamentistas con mayor potencial en el mundo de SIPRI, ya que 40 empresas son estadounidenses y dentro de estas, los primeros cuatro lugares son liderados por Lokheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics en el sexto lugar. Empero, también dentro de los primeros 10 puestos se encuentran empresas como NORINCO, AVIC, CASC, CTC y CASIC, que son corporaciones de China, país que comenzó a tomar espacio en el top 10 desde hace siete años, por lo que se ha posicionado de manera reciente, pero rápida. Esto resulta interesante, puesto que la industria armamentista tiene ganancias de billones de dólares por año, por lo que no solo se denota el potencial que ha adquirido Pekín en el sector militar, sino también, se comprende el gran negocio que infiere la economía armamentista.
En este sentido, Estados Unidos tiene la necesidad de invertir esfuerzos y mayor capital para continuar teniendo potencial en el sector militar a nivel mundial, es por ello que se ha dedicado al desarrollo de tecnología de punta para contar con herramientas multidominio que jueguen un papel estratégico en este ámbito, por ello, las empresas anteriormente mencionadas son fundamentales pues muchas de ellas cuentan con programas clasificados con el Pentágono para diseñar, crear y gestionar proyectos de información y transferencia de tecnología para la producción de herramientas bélicas avanzadas.
Dentro de estos sistemas es posible mencionar al nuevo B-21 Raider dado a conocer el pasado 2 de diciembre y desarrollado por Northrtop Grumman. Esta es la aeronave bombardera más avanzada en aviones de combate, que cuenta con la capacidad de combinar armamento nuclear y convencional, además, puede llevar a cabo misiones multidominio, como ataques secretos de largo alcance, evadir la detección por radar, sistema de vigilancia, sensores infrarrojos y mecanismos de alerta para prevención, capacidad de actuación en guerra electrónica, asimismo, tiene la ventaja de ser indetectable en caso de encontrarse en el terreno de juego del enemigo.
Los avances tecnológicos son fundamentales para este tipo de sistemas de defensa estratégicos, ya que, en este caso, el bombardero cuenta con una doble digital que sirve de apoyo para la acción en terreno físico y poder prevenir problemas críticos en un enfrentamiento real, todo manejado desde la nube.
Con este modelo, se busca renovar la flota actual, para poder reforzar el músculo aéreo estadounidense, en mira de un posible uso en caso de enfrentamiento con Pekín o con Moscú.
Por su parte los avances en Inteligencia artificial han sido un hito relevante para su aplicación en el ámbito militar de las potencias, como su aplicación para la creación de vehículos no tripulados, nombrados Stalker para operar con mayor eficacia en entornos geográficamente restringidos al contar con capacidades de detección automática de los objetivos, por lo que actúan de manera autónoma sin el riesgo de tener bajas humanas; estos son desarrollados por Lokheed Martin en colaboración con Red Hat.
En otro sentido, cabe recordar que Estados Unidos se atrasó en la carrera armamentista cuando Rusia y China dieron a conocer sus misiles hipersónicos, empero, la empresa Lokheed Martin ya se encuentra desarrollando el sistema SR-72 en aras de crear un motor híbrido con sistema convencional y scramjet, con el fin de alcanzar 5 veces la velocidad del sonido, no obstante, este sistema se encuentra dentro de Project Mayhem, que es un programa secreto del Departamento de Defensa de Estados Unidos, por lo que no se conocen más detalles debido a la carrera armamentista en la que las potencias están disputando el poder hoy en día.
Esta competencia constante entre los Estados conlleva a que deban enfocarse arduamente en desarrollar armamento mejor al de su enemigo para evitar ser inferior y denotar el poder militar que poseen al exterior, con la justificación de tener la capacidad de reacción en caso de la amenaza del uso de los mismos artefactos. Los riesgos se acrecientan día a día para el mundo entero pues se intensifican las tensiones cuando se destinan miles de millones de dólares al gasto e investigación militar, en vez de invertirlo a problemas sociales, como salud o alimentación, vista la seguridad desde una perspectiva multidimensional y multidireccional.