La reconfiguración de las coaliciones contemporáneas Los tradicionales
alineamientos sociales y políticos entre izquierdas contra derechas, entre liberales contra conservadores, entre globalizadores contra globalifóbicos, no alcanzan a explicar la crispación que está alterando la convivencia en nuestro país.
La defensa de los derechos humanos, a la salud, a la educación, el medio ambiente frente acciones de este gobierno de Morena, han movilizado a importantes segmentos de población afectada o damnificada, pero no han logrado volverse transversales.
Ha sido la defensa del INE lo que ha logrado el milagro de unificar a la oposición desarticulada.
Esta nueva dinámica polarizadora, está tomando fuerza y cuarteando a todas las coaliciones anteriores. Me refiero a la creciente polarización entre demócratas/autoritarios.
Es un nuevo fenómeno que ha logrado que quienes antes eran opositores, ahora se conviertan en aliados, y quienes antes eran aliados ahora se confrontan en función de su posición frente a la defensa de la democracia o a favor de un modelo autoritario. Es una línea divisoria que ahora fractura antiguas coaliciones para conformar las nuevas.
La obsesión del presidente por concentrar y ejercer el poder de manera unipersonal, rijosa, autoritaria y la intención de modificar la legislación electoral para su beneficio ha cruzado una línea roja y han logrado despertar la resistencia activa de miles de ciudadanos de todo el país y de la mas diversa y disímbola extracción social y política. La gran manifestación del 23 de febrero definió los bandos.
Sacó a las calles a mas de un millón de personas en todo el país para defender al INE, defender su voto, pero sobre todo, para defender a la democracia no solo en la capital sino en 110 ciudades de todo el país y una decena en el extranjero.
En torno a la defensa de la democracia hoy nos agrupamos panistas, priistas, perredistas y ciudadanos independientes no identificados con ningún partido político. Participamos en esa