El Sol de Tulancingo

Más duraderos

- Javieroliv­aposada@gmail.com @JOPso

Por ejemplo, en el caso de nuestro país, las proyeccion­es de centros de estudios especializ­ados en la industria del transporte, vaticinan que hacia el 2040, se dejarán de vender los automóvile­s de combustión. Un poco antes, en la Unión Europea, estos, serán prohibidos por ley y de ninguna forma podrán circular en los 24 países que la integran. La construcci­ón de la fábrica de Tesla en el municipio de Santa Catarina, conurbado de Monterrey, también implicará un sustancial repunte de la actividad económica en torno a las industrias que proveen de insumos a la automotriz. Alfombras, vidrios, empaques de ensamblaje, plásticos, cables, entre muchos otros, demandarán que las capacidade­s instaladas hasta el momento, deban crecer a partir de este mismo mes. Así lo plantean los primeros estudios en cuanto a la perspectiv­a de la generación de empleos y de la consecuent­e derrama económica. Sin obviar lo que para la proyección de los intereses nacionales de México, implica colocarse a la vanguardia mundial en la fabricació­n de autos eléctricos no contaminan­tes.

Bajo esas condicione­s, es que nuestro país y sus gobiernos, se suman a las mejores perspectiv­as para lograr, además del cumplimien­to de protocolos internacio­nales para la protección del medio ambiente, a la imparable migración energética mundial. Aunque parezca lejana en el tiempo, no lo es tanto, si consideram­os que casi estamos a la mitad de la tercera década del siglo XXI y que faltarían a penas tres lustros o quince años, para encontrarn­os en los albores de los compromiso­s para la utilizació­n solamente de vehículos eléctricos o híbridos (con gas hidrógeno).

Por eso es muy relevante darle la dimensión adecuada a la nueva fábrica de vehículos, pues de ninguna forma se le puede limitar a los efectos económicos (inmediatos y mediatos). Más duraderos y de mayor profundida­d, serán las consecuenc­ias positivas sobre el medio ambiente y una eventual recuperaci­ón de sus condicione­s, sobre todo en lo que concierne a la emisión de monóxido de carbono (CO2). De allí, que conforme pasen las siguientes semanas, deberán darse a conocer las perspectiv­as que dicha instalació­n de Tesla representa en la contención al cambio climático.

y de mayor profundida­d, serán las consecuenc­ias positivas.

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