Forjan su legado artístico con cumbia
Los Ángeles Azules hablan sobre su amor por la música y fusionan su estilo con el rap en una canción
Grabaron el
tema con los raperos Santa
Fe Klan y Cazzu
Los Ángeles Azules se rigen bajo el lema de "a donde nos quieran, vamos", puesto que desde sus inicios, han luchado por abrirse puertas en distintos foros, y hoy, con ventas que se acercan a los 40 millones de copias en el mundo, se han consolidado como una de las agrupaciones de cumbia más importantes de México.
En entrevista, Jorge Mejía, arreglista del grupo, aseguró que su ritmo seguirá, pues el amor por el baile no caduca.
"Nosotros conocimos a Lucho Argaín, de la Sonora Dinamita, y él decía ‘algún día no voy a estar, pero la cumbia nunca va a morir’. A lo mejor nosotros un día tampoco vamos a estar, pero nuestra música va a seguir", señaló.
"Por eso también tenemos mucha aceptación en otros lados, porque a la gente le gusta el ritmo, lo sabroso, festejar", añadió José Alfredo Mejía.
En 2013 rompieron las barreras, al participar en el Vive Latino, y comenzar a concretar duetos con artistas pop como Ximena Sariñana, Natalia Lafourcade, Jay de la Cueva y Belinda.
Uno de los lugares donde mejor los han recibido es en Argentina, donde grabaron en 2020 el álbum
con figuras como Palito Ortega, Vicentico, Lali y Marcela Morelo.
Hoy regresan a ese país, por medio de una colaboración con Cazzu, quien se suma a ellos y al mexicano Santa Fe Klan para el tema escrito por el rapero, en colaboración con Horacio Palencia y Nina Minguez, una oportunidad de convivir nuevamente con artistas jóvenes.
"Los dos están muy jovencitos, nosotros tenemos arriba de 40 años tocando, pero se adapta bien el estilo a la gente que colabora con nosotros. Se puede decir que para la cumbia no hay edades", dijo Jorge.
José Alfredo agregó que aún con todos los años que tienen arriba de los escenarios, compartir con artistas de nuevas generaciones les brinda un aporte a ellos y a sus fans. "Siempre se aprende algo, tanto ellos como nosotros siempre nos llevamos algo, y se lleva ese aprendizaje para todo nuestro público", finalizó.
Signo de los tiempos. Mucha forma y algo de fondo.
(Daniel Kwan, Daniel Scheinert, 2023) producida por los Hermanos Russo, Anthony y Joseph, tiene varios puntos a su favor para ganar este domingo en la entrega del Oscar. Por principio de cuentas, ya se hizo acreedora al premio de productores lo cual es una ventaja lógica y hasta cierto punto estadística.
Digamos que no las tiene en todas partes al mismo tiempo, no se llevó el Golden Globe, pero no es que los votantes cambien mucho entre el premio de los productores y los llamados viejitos de la Academia. En fin. En realidad, estamos ante un buen filme. Ni poco más, ni poco menos. La audacia radica en el ruido que ha hecho, mucho del boca en boca y sobre todo una innegable habilidad técnica de los realizadores.
La trama tiene sus audacias, medio filosóficas, muy ligeras y de consumo masivo pero bueno ahí están y eso aunado a unas interpretaciones sólidas cargadas de uno que otro gag que aligeran lo que por momentos se antoja innecesariamente enredado circulan un filme, ¿cómo se dice?, ¡ah, ya!, de Oscar.
No es que después de ver el filme uno se replanteé el concepto de la vida, aunque tiene sus buenos momentos, pero se sale un poco del canon y la narrativa rompe el tono convencional. Estelar resulta la edición. Estelar y hasta cierto punto protagonista.
es de estos filmes que un espectador promedio sale con la sensación de ser ligeramente inteligente. Los Russo, tampoco es que hayan experimentado tanto. Son el canon y de vez en cuando hacen alguna audacia.
Una mujer madura, de origen chino pero nacida en Estados Unidos, (la genial Michel Yeoh, nominada también al premio de la Academia), es dueña de una lavandería junto con su marido, (Ke Huy Quan nominado como actor de reparto). La vida los agobia al grado del patetismo con una hija de adolescencia tardía (Stephanie Hsu, y si también con nominación), la chava tiene novia y esto se le trata de ocultar a (James Hong).
La vida va con una sutil infelicidad, hasta que la familia debe ir a la oficina de impuestos por una irregularidad. Ahí se encuentran con la burócrata
(la buenaza Jaimee Les Curtis, nominada claro) y en este momento inicia un viaje por multiversos, donde deberá no nada más salvar su mundo, sino los paralelos.
Todo en todas partes al mismo tiempo
es la destreza técnica de las diferentes disciplinas del cine al servicio de una trama inteligente a secas, pero que se ve muy bien adornada y hasta profunda para el espectador promedio. Es el cine que necesita la Academia para recuperar ¿o ganar? algo de credibilidad y que se refleje en la audiencia.
La película está muy bien, aunque hay mejores opciones. Pero bueno, como van las cosas, sí que puede ganar y no en algún multiverso, sino ya este domingo.
Se puede ver en Amazon Prime. Perdón por amargura, está bien, pero no es para tanto.
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