Comercio milenario, en el Valle de Tulancingo
recibe a mil 100 vendedores
En definitiva, el movimiento comercial que ha caracterizado a Tulancingo a lo largo de los años no sería lo mismo sin la existencia del llamado “Jueves”, mote con el que se identifica al tianguis tradicional que se instala por 14 calles del centro de la ciudad y que semana a semana recibe a al menos mil 100 comerciantes que provienen de siete estados vecinos. Esa característica es la causante de que en la lengua otomí que se habla en localidades indígenas como Santa Ana Hueytlalpan, a Tulancingo se le llame “toi”, que significa literalmente “tianguis”.
Este espacio comercial habría sido fundado hace más de mil años por los toltecas, civilización de la antigüedad que instauró el asentamiento humano aproximadamente en el año 645 d.C.
De acuerdo con investigaciones hechas por la cronista municipal, Lorenia Lira, hay vestigios de la existencia del tianguis desde hace al menos mil años, pese a la caída del imperio tolteca y la posterior llegada de chichimecas y tlaxcaltecas. De hecho, el tianguis sobrevivió también el implacable paso de los aztecas, quienes por el año 1431 se apoderaron de la región e incorporaron el territorio tulancinguense al Reino de Texcoco.
Con la llegada de los españoles en la segunda década del siglo XVI, se sabe que los habitantes de este valle se unieron a Hernán Cortés para conquistar Tenochtitlan. Cuando cayeron los aztecas, los europeos se asentaron en Tulancingo y le llamaron la tierra de “Retiro de Antigüos Conquistadores”. Fue en este momento que el tianguis se instaló en los terrenos de la recién construida Catedral Metropolitana, templo fundado por franciscanos en 1527.
Los Toltecas fundaron lo que años más tarde se llamaría Valle de Tulancingo, ellos iniciaron el el tianguis desde antes de la llegada española