Hablaron
Finalmente llegó el día en el que los futbolistas hicieron sonar su voz con respecto a temas poco favorables para sus intereses, como el Pacto de Caballeros, así como la manera en la que anualmente se realiza el régimen de transferencias.
Fue la tarde de ayer, en un hotel ubicado dentro de la Terminal 2 del Aeropuerto internacional de la Ciudad de México, en donde los futbolistas se reunieron con hombres de pantalón largo como Enrique Bonilla, Guillermo Cantú y Yon de Luisa, quien será el futuro presidente de la Federación Mexicana de Futbol.
Figuras como Oribe Peralta, Agustín Marchesín, Miguel Martínez, Osmar Mares, Juan Carlos Medina, Patricio Araujo, Moisés Muñoz, Jesús Corona, Alfredo Talavera, Christian Giménez, Óscar Pérez, Juan Pablo Rodríguez, además de Álvaro Ortiz, quien funge como presidente operativo de la AMF.
Cerca de las 17:00 horas, los presentes ingresaron a uno de los salones de la sede, en donde dialogaron durante algunas horas para exponer sus respectivos puntos.
Ya entrada la noche, los primeros en salir fueron los directivos, quienes en voz de Bonilla manifestaron que no darían declaración alguna. Su semblante fue duro y con signos de molestia. A diferencia de las horas previas, se fueron separados, en sus respectivos automóviles. El primero en salir fue De Luisa, quien se anticipó a todos. Minutos más tarde, los juga- dores salieron en un solo grupo y los encargados de darle voz a lo sucedido en la reunión fueron Moisés Muñoz, Christian Giménez y Álvaro Ortiz, quienes se mostraron contentos con este primer paso y revelaron que la semana entrante sostendrán una charla con el Comité de Desarrollo Deportivo, el cual está conformado por los presidentes de algunos de los clubes de la Primera División, esto en la sede de la llamada “Casa del Futbol”.
Fuentes cercanas a la reunión confirmaron a ESTO que aunque fue poco lo que se habló, así como pocos los acuerdos concretos, no existe por el momento la intención de parar la Liga, y aunque sesta sería la última de las instancias, no sucederá por el momento. La moneda sigue en el aire.