Después vivieron un episodio mucho peor
no terminó una vez que ambas fueron liberadas por los delincuentes; las investigaciones posteriores por parte de las autoridades tanto policiales como del club América no las dejaban despertar. Así lo explica Esmeralda Verdugo en entrevista exclusiva con el Diario de los Deportistas.
“Fue difícil también con el club, obviamente ellos se protegen, pensaron que era una extorsión de nosotras. Ellos hablaron con nosotras y nos pidieron que si podíamos ir a Televisa, ahí estaban personas de seguridad, y nos hicieron por separado un interrogatorio por parte de la policía y otros más”, precisó.
La prueba de polígrafo fue la que respaldó la versión de las dos víctimas de secuestro exprés, delito así catalogado por las mismas autoridades, a las cuales se les “hacía muy extraño” que les dejaran en libertad, por ello recurrieron a dicho método, dijo Esmeralda.
“Fue más traumante la etapa después del secuestro, porque te empiezan a meter en la cabeza como si tú hiciste algo, sientes que tú hiciste algo malo en vez que de que a ti te lo hayan hecho”, lamentó.
“Nos dijeron que era muy difícil que te dejaran libre, o te mataban, y a ellos (autoridad) se les hacía muy extraño eso, pero gracias a Dios creo que somos uno (caso) en un millón. Gracias a Dios nos soltaron y no nos pasó nada grave”, manifestó.
Una vez aclarados los hechos, Verdugo reconoció que tuvieron apoyo por parte del Club América con terapia psicológica, y además en el caso de Cuevas, su préstamo al equipo de Grupo Caliente.