HAN MUERTO SIETE SACERDOTES: OBISPO
El obispo de la Dócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceó, dijo que el virus llegó para quedarse y que da qué pensar el fallecimiento de siete sacerdotes en dos meses (agosto y septiembre).
Noriega Barceó: la vacuna contra el Covid-19 no va a resolver el problema, pero va a ayudar
Tras señalar que el virus se quedará entre nosotros bastante tiempo y que no se va a resolver esto con una vacuna, en la celebración eucarística dominical, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, dijo que da qué pensar el fallecimiento de siete sacerdotes en dos meses (agosto y septiembre).
Señaló que la iglesia católica empezará abrir los servicios poco a poquito, se está en semáforo color naranja todos los municipios del estado de Zacatecas y estados vecinos que abarca la Diócesis.
Ya se puede empezar a bautizar con todas las precauciones, la preparación será vía internet, online como se dice elegantemente, y se va a ir poco a poquito, se trata de que nadie se contagie, no solamente dentro del templo porque si no hay fiesta como que no tuvo chiste, que nadie contagie en casa, es lo que tratamos de cuidar.
Ojalá que se pueda ir poco a poco avanzando, el virus ahí se va a quedar bastante tiempo, esto no se va a resolver con una vacuna, que será muy importante, va a ayudar muchísimo, pero se va a resolver sobre todo con el espíritu, el espíritu de la fe que nos lleva a ver al otro como hermano.
Tras una ausencia, el obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, dijo que le da gusto regresar, “volvernos a mirar a media cara, pero corazón completo”.
Dijo que después de esta experiencia que le ha tocado vivir con muchísima gente se tomó dos semanas de descanso, a su estado natal Sonora a estar con la familia, papá ya 95 años, hacía nueve meses que no lo miraba y fue en ese plan, familia y descanso.
Pero señaló que “aquí estamos para continuar la misión que el Señor nos ha confiado”.
Ya octubre nos invita a mirar el fin, el fin del año, noviembre y diciembre, y cada uno en su campo va haciendo lo suyo, el estudiante en la nueva modalidad, el maestro en esta nueva modalidad, el padre y la madre de familia en esta nueva modalidad, el sacerdote, el obispo en esta nueva modalidad, cada uno esperamos terminar bien el año y, lo primero, terminar con vida, terminar con salud, terminar lo que queremos decir bien, en alma y en cuerpo.
Hoy hablamos mucho de oportunidades, hablamos, no que no existan, pero cada vez hablamos menos de problemas y más de desafíos, porque en los desafíos van incluidas las oportunidades.
Algunos estudiosos describen a nuestra sociedad como una sociedad huérfana, sin padre y sin madre, porque busca ser autosuficiente, dar frutos.
SIGIFREDO NORIEGA BARCELÓ OBISPO DE ZACATECAS La iglesia católica comenzará abrir los servicios poco a poco”.
Destacó que el sábado el Papa Francisco firmó su tercera carta encíclica, una forma de dirigirse a toda la Iglesia y a las personas de buena voluntad, y la firmó ante la tumba de San Francisco de Asís, y ante las tremendas necesidades que tenemos como humanidad retoma una frase de San Francisco de Asís y la propone como única forma de caminar en el Evangelio en nuestro tiempo “la fraternidad, la amistad social, le ha querido llamar todos hermanos, es la casa común, es nuestra casa común, quieres decir pues que la solución está ahí, que podemos mejorar como humanidad en la medida en que nosotros no sólo nos hagamos prójimo, sino que nos hagamos hermanos y eso pide una relación especial con Dios”.
Por eso es una carta que está dirigida no sólo a los católicos, a todas las confesiones religiosas que hay en el mundo.
Vivimos este tiempo de pandemia que va para largo, la vacuna va a ayudar científicamente, pero lo que va a ayudar a la solución más es el espíritu y el espíritu nos va a llevar a reconocer a tu hermano, respetar a tu hermano, ayuda a tu hermano, protege a tu hermano, pórtate como hermano, ese es el espíritu, son los valores que sostienen la vida o que deberían sostener la vida en tiempos en que rompemos la relación con Dios y rompemos la relación con los demás y las consecuencias están en la pobreza extrema.