Más del doble de las cifras oficiales; “el virus se sigue propagando”; los servicios de salud mental, devastados
GINEBRA. Un 10% de la población mundial puede haber contraído Covid-19, con sólo una parte de los contaminados que ha mostrado síntomas de leves a graves, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mike Ryan, principal experto en emergencias de la OMS, dijo al Directorio Ejecutivo de la agencia que estaban surgiendo brotes en zonas del sudeste asiático y que los contagios y muertes estaban aumentando en áreas de Europa y en la región del este del Mediterráneo.
“Nuestras mejores estimaciones nos dicen que cerca de 10% de la población global podría haberse contagiado por el virus. Varía dependiendo del país, varía entre zonas urbanas y rurales, varía dependiendo de los grupos. Pero lo que sí implica es que la inmensa mayoría del mundo sigue en riesgo”, advirtió Ryan.
“Nos encaminamos a un período difícil. La enfermedad se sigue propagando”.
Un 10% de la población mundial son más de 700 millones de personas, frente a los 35 millones de casos confirmados que se han reportado desde enero, mucho más del doble de las cifras oficiales.
Eu una sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la OMS sobre la respuesta al Covid-19, Tedros Adhanom Ghebreyesus defendió la labor de la organización, acusada por el presidente de EU, Donald Trump, de incompetencia en su gestión de la pandemia, que ya causó más de un millón de muertos.
Tedros defendió la reforma, aplicada en estos tres últimos años, de una organización que había sido acusada de haber subestimado el alcance de la crisis de Ébola en África Occidental entre finales de 2013 y 2016.
Entretanto, la OMS puso en marcha una campaña para recaudar fondos para la salud mental, “la gran olvidada” de la pandemia, que devastó los servicios especializados. De 130 países encuestados, 92 señalaron graves perturbaciones en estos servicios de salud mental.
“Es el aspecto olvidado de Covid-19”, señaló Devora Kestel, directora de la OMS encargada de la salud mental, insistiendo en la necesidad de más fondos.
La interrupción de los servicios de salud mental en 93% de países del mundo puede costarles muy caro porque la pandemia ha multiplicado las necesidades en este campo y los desordenes mentales tienen un impacto muy negativo en la productividad de las economías, advirtió Kestel.