Itzel Plascencia
En ese mismo sentido, la representante del ILSB dice que ese rechazo se da precisamente cuando alguien no se ha acercado o no ha tenido un interés real. ·"Ha permeado el malentendido de que el feminismo es un equivalente del machismo, y a partir de ello se construye una narrativa muy peligrosa, porque no tienen nada que ver. También porque hay una noción generalizada de que lo femenino vale menos o no merece la pena ser escuchado. Yo creo que la primera vez que escuchas el término feminismo no precisamente te hace el clic, porque el feminismo necesitas conocerlo, estudiarlo, ser activista para entenderlo”.
Para Okupa, el rechazo se debe a que han tenido que usar la fuerza para ser escuchadas. “Como marchar y alzar la voz ya no es suficiente, hemos tenido que usar la fuerza para que nos volteen a ver. Yo llevo casi tres años en la lucha con mi hija donde hice una denuncia, marché y grité mis enojos, pero nunca fui escuchada, hasta que el Bloque Negro rompió y quemó afuera del Reclusorio Oriente; esas son las formas para que el gobierno volteé, te vea y pregunte qué es lo que está pasando con tu caso”.
Salguero encuentra una explicación en el machismo tan arraigado, el cual ella considera que comienza por el mismo Presidente de México.
Sobre los protagonismos que suelen surgir en cualquier tipo de movimiento social, les preguntamos si estos no perjudican o empañan de alguna manera su lucha, a lo que nos encontramos con diversas posturas.
Para Salguero, estos protagonismos no son perjudiciales mientras se persiga un mismo objetivo: “Por ejemplo, en la marcha del 8M todas marchamos, como dicen, juntas pero no revueltas. Ahí estuvieron todo tipo de colectivos, de corrientes; todo tipo de mujeres: niñas, adolescentes, mujeres de la tercera edad, mujeres adultas, jóvenes, entonces todas tenemos el mismo objetivo, que es exigir justicia y que frene la violencia hacia nosotras”.
En contraparte, Marea Verde considera que sí afectan, porque hace que dirijan su tiempo y energía a esos asuntos en lugar de a las cosas que están construyendo día a día: “Afecta (pero) yo no conozco a una sola mujer que se haya salido del feminismo por eso, simplemente se entiende que estamos aprendiendo”.
Luchadoras Mx ven estos protagonismos como algo natural, pero aseguran que más allá de que eso pueda generar un problema es más bien una oportunidad de repensar y de entender sus errores o aciertos, que en todo caso es parte del proceso de aprendizaje.
Como parte del mismo ejercicio de reflexión, les preguntamos a las feministas si hay lugar para la autocrítica en el feminismo del siglo 21.
Luchadoras Mx reconoce que siempre se pueden mejorar muchas cosas, y que quizá podrían trabajar más en aprender a escucharse: “De repente hay muchas voces y mucho ruido que en la cuarentena se incrementó, como la tensión y las ganas de tener la razón. Creo que puede ser por ahí: aprender a escucharnos más es súper importante”.
Para la vocera del ILSB es complicado hacer una autocrítica del feminismo, porque todas las mujeres son diferentes: “Sobre todo, no todas hemos pasado por las mismas violencias y eso influye muchísimo en la manera en que ejercemos nuestros feminismos. Yo creo que la autocrítica sería poder compartir más espacio de interlocución y tener una mejor articulación entre nosotras mismas, eso ayudaría muchísimo, aunque también reconozco en ello la complejidad… Considero que estamos en ese proceso de aprendizaje y de construcción del movimiento feminista a gran escala”.
En su propia reflexión, Marea Verde asegura: “Siento que estamos fallando no porque no queramos hacerlo diferente, sino porque estamos aprendiendo, por ejemplo, a saber cómo lidiar cuando la agresora es una mujer. Creo que lo que nos falta ahora es aprender a comunicarnos y a respetarnos entre nosotras… Finalmente nosotras también estamos en deconstrucción. Ser feminista no te hace perfecta ni te hace estar sanada ya de prácticas y de violencias patriarcales que hemos venido aprendiendo”.
EL PAPEL DE LOS HOMBRES EN EL MOVIMIENTO FEMINISTA
Es coordinadora editorial de Luchadoras Mx, otra organización que lleva años luchando por los derechos de las mujeres no solo en el entorno físico, sino también en el digital.
Para ellas, no existe una postura única del feminismo, y buscan ser un espacio para que todas las voces y corrientes puedan ser escuchadas:
“Nuestra voz no es la única, hay un montón de pensamientos que confluyen y eso enriquece al feminismo. Esa es una postura que tenemos muy clara. De manera personal, creo que es una oportunidad de escucharnos y de rebelarnos ante ciertos sistemas que nos oprimen o que exacerban la desigualdad entre hombres y mujeres”.
Enfatiza que no apoyan la idea de que el feminismo significa odio a los hombres, y su prioridad es la búsqueda de justicia e igualdad: “Queremos vivir libres, seguras, tranquilas; no estamos pidiendo nada fuera de lo normal”.
El papel que los hombres deben o no tener dentro del feminismo es uno de los puntos en los que encontramos mayor diversidad de opiniones. Mientras que Okupa y Marea Verde consideran que simplemente no tiene un lugar, Luchadoras Mx y el Instituto Simone de Beauvoir tienen posturas más conciliadoras.
Okupa es tajante en ese sentido: “El hombre no tiene ningún lugar en el feminismo, siempre lo hemos dicho y siempre lo vamos a repetir: que lo mejor para nosotras sería que siempre se nos trate con perspectiva de género… El hombre simplemente no cabe en el feminismo”.
En esa misma línea, Marea Verde agrega: “No creo que tengan papel en el feminismo. Yo creo que lo que pueden hacer es acompañar a las mujeres y en abonar a quitar estigmas, violencias (…) Yo creo que su lugar es denunciar a las personas que conocen que estén ejerciendo violencia de género, salirse de los grupos donde hay packs; entrarle a cuidar a los hijos… ¿Pensar que el hombre no debería hacer nada y que sólo es una lucha de las mujeres? Pues sí y no, porque no vivimos en una sociedad sólo de mujeres. En nuestras redes hay hombres que ya ubicamos que todo el tiempo están haciendo aportaciones muy valiosas, y que de alguna manera están enfrentando y corrigiendo a otros. Yo como mamá de un hombre, lo veo como un trabajo muy duro, porque una cosa es cómo educamos en la casa y otra como sociedad. El lugar del hombre no es en el feminismo, sino a lado de nosotras, preguntándonos: ¿Qué hago, en qué estoy fallando, en qué puedo ayudar, qué te gustaría que fuera diferente?”
En contraparte, Luchadoras Mx dicen que el papel del hombre en el feminismo debe ser de mucha escucha y reflexión: “De repente es sorprendente encontrar ciertos discursos bastante fuertes, de rechazo y de odio hacia nosotras, cuando en realidad también deberían tener un papel