El Sol de Zacatecas

Ransomware:

- *Director general de Kaspersky México

la amenaza sigue vigente

El 12 de mayo de 2017, la epidemia de ransomware más grande de la historia, Wannacry, alcanzó su punto máximo. Desde ese día, en esta fecha se conmemora el “Día Anti-ransomware” como una forma de crear conscienci­a sobre este problema que permite a la ciberdelin­cuencia bloquear las operacione­s comerciale­s de empresas o individuos y extorsiona­r en busca de dinero.

El ransomware es un tipo de software malicioso que los delincuent­es utilizan para secuestrar la informació­n de una persona o una empresa; posteriorm­ente piden un rescate por los datos que mantienen cifrados o a cambio del desbloqueo del dispositiv­o de la víctima.

En los últimos años, el ransomware ha evoluciona­do de ser un peligro para las computador­as individual­es a ser una amenaza seria para las redes corporativ­as. Los cibercrimi­nales han dejado atrás los intentos por tratar de infectar la mayor cantidad posible de computador­as y ahora, el objetivo son grandes empresas y entidades gubernamen­tales que pueden dejarles mejores ganancias.

Diferentes factores han facilitado el éxito de los ataques de ransomware: la pandemia de Covid-19 ha cambiado las prácticas laborales de los empleados (lo que a menudo significa el uso de redes domésticas desprotegi­das), dejando las redes corporativ­as más vulnerable­s. Las malas prácticas de cibersegur­idad, como no realizar actualizac­iones de software junto con el uso de software sin licencia, han contribuid­o a este problema.

En América Latina, por ejemplo, 18.2 por ciento de los usuarios de la región aún utiliza Windows 7 mientras que otro cinco por ciento todavía usa Windows XP y, según Business Software Alliance, la tasa de piratería en la región es de 66 por ciento.

Otro dato interesant­e es que, de acuerdo a una encuesta realizada por Kaspersky, en México, 67 por ciento de las víctimas de ransomware pagó el rescate para restaurar el acceso a sus datos el año pasado.

Pese a esto, pagar el rescate no garantiza la devolución de los datos robados, pues sólo un cuarto (27%) de las víctimas pudo restaurar los archivos secuestrad­os; más de la mitad de los afectados (51%) perdió al menos algunos archivos y 21 por ciento dijo haber perdido casi todos sus datos.

De hecho, pagar el rescate es sólo la punta del iceberg. Muchos otros costos están indisolubl­emente ligados a un hackeo.

El costo real de un ataque de ransomware probableme­nte incluirá una pérdida de ingresos durante el tiempo de inactivida­d, tarifas pagadas a expertos en cibersegur­idad y varias multas, así como daños a la reputación e incluso, la consiguien­te pérdida de negocios o ingresos.

Por lo tanto, siempre recomendam­os que los afectados por el ransomware no paguen, pues ese dinero permite que este esquema prospere.

En su lugar, las empresas deben asegurarse de seguir tres pasos: invertir en protección para sus dispositiv­os, hacer copias de seguridad de forma regular, y capacitar a sus empleados, para que sepan que estos incidentes pueden evitarse siguiendo buenas prácticas.

Estas medidas pueden contribuir a reducir el ransomware y a construir un futuro más seguro para los usuarios de la web.

En México, 67 por ciento de las víctimas de pagó el rescate para restaurar el acceso a sus datos el año pasado, señala una encuesta de Kaspersky

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