4 razonees para la 4t en Zacatecas
Zacatecas es un estado con un ubicación geográfica excepcional, cuanta con una gran diversidad cultural y un enorme atractivo turístico, gracias a su riqueza histórica que ha trascendido el paso del tiempo; sin embargo, con una aportación del 0.9 por ciento al Producto Interno Bruto nacional, somos una de las entidades menos productivas del país, quedando rezagados en comparación con todos los estados vecinos de la región. De acuerdo con el índice de progreso social 2020, ocupamos el puesto 26 de las 31 entidades.
Un diagnóstico de nuestra situación actual es fundamental para tomar la decisión de continuar o no con el agotado modelo de desarrollo actual. Tal como ocurre a nivel nacional, existe una gran pluralidad de factores que complejizan el estudio y análisis del fracaso de las políticas públicas implementadas por el viejo régimen, pero sin duda existe una constante a lo largo y ancho de la república que en los últimos tiempos de han visibilizado: la corrupción, de la cual derivan los otros tres factores apremiantes para la transformación de Zacatecas, que la delincuencia, la impunidad y el pésimo manejo de las finanzas públicas.
De acuerdo con datos del índice de Estado de Derecho en México 2019-2020, nuestro estado se encuentra por debajo de la media nacional en cuanto a las mediciones de orden y seguridad, reconocidas como condiciones necesarias para el goce de los demás derechos y libertades, que contempla la incidencia delictiva y especialmente la de homicidios, y la precepción de la seguridad. Además, siguiendo el estudio Hallazgos 2019, Seguimiento y Evaluación del Sistema Penitenciario en México, en Zacatecas existe una impunidad del 92 por ciento, y de hasta 95 por ciento según datos del INEGI.
En ese sentido, se replica el diagnóstico nacional a nivel local: el principal problema de Zacatecas es la corrupción, de la cual derivan otros delitos que detienen el progreso y limitan el acceso a los derechos de la ciudadanía. Sin duda existen muchas más razones para la transformación esta tierra, pero empezar por desarticular las redes de complicidades que se tejieron entre autoridades de los tres poderes de la unión y los tres órdenes de gobierno, será el primer paso para reconstruir la confianza hacia las instituciones y con ella el Estado de bienestar que fue desmantelado por la colusión entre el poder político y el económico. Ya falta poco.