El llamado de las urnas
Las elecciones son el mecanismo para determinar, mediante nuestra participación y el ejercicio del voto libre y secreto, quienes nos representan y gobiernan. Son un método de evaluación y control sobre las personas que ejercen responsabilidades públicas, más ahora con la reelección o elección consecutiva.
El próximo 6 de junio tenemos una cita con las urnas para decidir que candidaturas ocuparán los 20 415 cargos que estarán en las boletas en todo el país. Se trata de 15 gubernaturas e integrantes de ayuntamientos y congresos locales de 30 entidades federativas, así como 431 cargos auxiliares y las 500 diputaciones federales.
Conforme a datos recientes informados por el INE, los listados nominales se integran con 93 millones 528 mil 473 electores, 51.81 por ciento mujeres y 48.19 por ciento hombres, esto significa que de todas las personas de 18 años o más que se registraron en el padrón electoral, el 99.84 porf ciento posee su credencial y podrá votar en un universo total de 162 mil 938 casillas que se instalarán en todo el país atendidas por un millón 464 mil 840 ciudadanas y ciudadanos, nuestras vecinas y vecinos.
Otros datos relevantes indican que se han registrado 5 mil 535 observadores electorales que podrán revisar diversas actividades del proceso electoral y emitir puntos de vista; también que el financiamiento público de los partidos políticos para 2021 asciende a 7 mil 194 millones 497 mil 923 pesos, de los cuales 1,575,285,639, corresponden a los gastos de campaña que serán fiscalizados y, en caso de que se detecten infracciones, serán sancionados. Las candidaturas independientes recibirán, en su conjunto, un monto de 31 mil 505,713 pesos.
Durante las campañas electorales, el INE deberá fiscalizar y revisar los informes de 18 mil 918 candidaturas partidarias e independientes.
En materia de violencia política en razón de género se reportan 48 personas sancionadas. Esta modalidad implica las conductas de acción u omisión, que ocurran en ámbitos públicos o privados, que anulen o menoscaben el ejercicio de derechos político-electorales de las mujeres o que impidan o limiten el ejercicio de las atribuciones inherentes al cargo que ocupen y que pueden cometerse, entre otros, por superiores jerárquicos, dirigentes de partidos, compañeros de trabajo, militantes partidistas o candidatos.
Con las pruebas a los distintos sistemas informáticos que presentarán información y resultados de las elecciones y con la distribución de boletas electorales a los órganos que prepararán los paquetes que se entregarán a las mesas directivas de casillas, lo cual ocurrirá en estos días, se concluirá la preparación de la jornada electoral, todavía con los lamentables efectos de la pandemia que ha lastimado a las familias mexicanas y a las de muchos países del mundo y que pondrá a prueba los protocolos sanitarios diseñados por el INE, que ya fueron probados en las elecciones locales del pasado 18 de octubre en Coahuila e Hidalgo.
Serán elecciones, en mi opinión, técnicamente bien organizadas, con casillas funcionando con puntualidad y funcionarios que contarán con imparcialidad y precisión los votos.
Los resultados estarán en los sistemas de información preliminar, en los conteos rápidos y en los cómputos definitivos que realicen las autoridades.
En la recta final de los comicios, los servidores públicos deben observar las restricciones constitucionales que les prohíbe intervenir y les obliga a actuar con imparcialidad y neutralidad.
Todas y todos debemos cumplir la parte que nos corresponde, tanto partidos como autoridades, candidatas y candidatos y electores.
Serán elecciones bien organizadas, con casillas funcionando con puntualidad y funcionarios que contarán con imparcialidad y precisión los votos.