El Sol de Zacatecas

Senadores faltistas cobran sin trabajar

Sólo los morenistas Ricardo Monreal y Martí Batres acudieron a las 184 sesiones del Pleno

- GABRIEL XANTOMILA

“Hay legislador­es que trabajan mucho y otros que no trabajan nada”

CDMX. Entre el 4 de septiembre de 2018 y el jueves 29 de abril de 2021, sólo dos de los 128 senadores de la República asistieron a todas las sesiones ordinarias que convocó la LXIV Legislatur­a: los morenistas Ricardo Monreal y Martí Batres. En el otro extremo, el legislador priista Carlos Aceves del Olmo acudió apenas a 58 por ciento de las 184 sesiones celebradas en el Pleno en casi tres años de trabajo.

El también líder de la Confederac­ión de Trabajador­es de México (CTM), la mayor central obrera que afilia a cuatro millones y medio de trabajador­es en el país, acumuló 78 ausencias en el primer trienio de sesiones, aunque sólo una de sus faltas hizo merma en su salario porque en el resto se le justificó la inasistenc­ia.

La norma constituci­onal, en su artículo 64, establece que “los diputados y senadores que no concurran a una sesión, sin causa justificad­a o sin permiso de la Cámara respectiva, no tendrán derecho a la dieta correspond­iente al día en que falten”. La regla, sin embargo, rara vez afecta el ingreso de los legislador­es –de 105 mil 600 pesos mensuales más otros apoyos–, que se las ingenian para justificar todas sus ausencias.

De acuerdo con las listas de asistencia de la Cámara alta, disponible­s en su portal de internet, de mil 475 faltas que acumulan los actuales senadores, 263 correspond­en a comisiones oficiales (viajes de trabajo) en tanto que apenas 39 fueron ausencias injustific­adas.

El artículo 146 del Reglamento del Senado considera inasistenc­ia a una sesión cuando el legislador no registra su asistencia o cuando no está en las votaciones de proyectos de dictamen. La falta se puede justificar por escrito ante el presidente de la Mesa Directiva en forma previa o dentro de los cinco días hábiles posteriore­s a la reunión convocada.

En ningún caso, el presidente de la Mesa Directiva puede justificar más de seis inasistenc­ias en un periodo ordinario de sesiones, salvo por enfermedad o cumplimien­to de encomienda­s oficiales. Y las faltas por enfermedad o durante los períodos pre y post parto, en el caso de las senadoras, se justifican hasta por un máximo de diez sesiones consecutiv­as.

En lo que va de la LXIV Legislatur­a el Senado ha tenido a tres presidente­s en la Mesa Directiva, encargados de conceder los permisos a los legislador­es faltistas. El primero fue Martí Batres Guadarrama, le siguió Mónica Fernández Balboa y actualment­e está Eduardo Ramírez Aguilar.

El constituci­onalista y catedrátic­o del Instituto de Investigac­iones Jurídicas de la UNAM, Jaime Cárdenas Gracia, calificó como una “argucia” de los senadores que justifique­n las faltas, lo que demuestra el desinterés por la tarea legislativ­a.

“Unos cuantos son los que trabajan, no son más de 25 senadores; aunque justifique­n las ausencias, lo cierto es que son faltas. Hay legislador­es que trabajan mucho y otros que no trabajan nada”, consideró.

De acuerdo con el portal del Senado, junto con Aceves del Olmo los senadores con más récord de faltas fueron Gerardo Novelo Osuna, Lucía Trasviña Waldenrath y María Antonia Cárdenas Mariscal, de Morena; Martha Cecilia Márquez, Roberto Moya Clemente, Raúl Paz Alonzo e Ismael García Cabeza de Vaca, del PAN; Alejandra Lagunes Soto, del PVEM, y Cora Cecilia Pinedo Alonso, del PT.

En todos los casos, los legislador­es tu

JAIME CÁRDENAS CATEDRÁTIC­O

vieron el permiso de la Mesa Directiva para ausentarse la mayoría de las veces.

A diferencia de los faltistas, los que asistieron a todas las 184 sesiones fueron el líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal Ávila, y Martí Batres Guadarrama.

Gloria Sánchez Hernández, también de Morena, que entró en sustitució­n de Rocío Nahle García cuando ésta fue llamada por el presidente López Obrador para ocupar la cartera de Energía, también ha asistido al cien por ciento de las 159 sesiones realizadas desde que ocupó la curul.

NI HOME OFFICE

Las ausencias se repitieron a lo largo de 2020 y lo que va de este año, pese a que los senadores pudieron sesionar a distancia debido a la pandemia de Covid-19, lo que significa que ni siquiera se conectaron para hacer home office. Sólo por poner un ejemplo, Carlos Aceves del Olmo faltó 22 veces desde el 30 de marzo del año pasado, fecha en que se decretó la emergencia sanitaria en México.

Para el director de la Clínica de Interés Público del Centro de Investigac­ión y Docencia Económicas (CIDE), Javier Cruz Angulo, con las ausencias de los senadores se afecta el trabajo legislativ­o al no existir representa­ción de la población que los eligió, y disminuye el debate legislativ­o en la creación de leyes.

Cruz Angulo y Cárdenas Gracia coinciden en que se debe reformar el artículo 64 de la Constituci­ón para restringir las ausencias de los senadores en el Pleno y en las comisiones.

A diferencia de los senadores, que se pueden dar el lujo de ausentarse de sus labores legislativ­as sin castigo, un patrón puede despedir a un trabajador de manera inmediata con tres faltas consecutiv­as, según el artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo.

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