Analizan concreto del tramo elevado

Las ruinas de la línea del Metro que colapsó el 3 de mayo aún obstruyen el paso de los vehículos en Avenida Tláhuac, mientras las miradas curiosas no dejan de voltear a mirar el trabajo de los equipos encargados del peritaje del Metro, del que ya se sabe, costará alrededor de 20 millones de pesos.

Personal de la Coordinación de Investigación Forense y Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México inició la toma de muestras de concreto, con el propósito enviarlas a laboratorio y realizar estudios especializados, como Rayos X y Ultrasonido, a fin de realizar los dictámenes correspondientes.

En materia documental, se lleva a cabo la revisión de expedientes relacionados con la Línea 12 del Metro, tanto en su parte administrativa y de proyectos, como la constructiva.

Casi en su totalidad, ya fue removido el balastro en los alrededores de la zona cero, lo que permitirá, mediante un proceso de secado en horno, conocer el peso de la gravilla, que se encontraba sobre las vías que colapsaron, y con ello, complementar poco a poco el peritaje que dé a conocer las causas del accidente, además, de las fallas y reportes denunciados por los ciudadanos y usuarios.

Los expertos, por ahora se concentran en el bloque de concreto entre el que, aún, se encuentra un vehículo comprimido desde el día del incidente, que dejó cerca de 80 heridos, algunos de ellos, todavía hospitalizados y con diagnósticos desalentadores.

Ayer, a la pesada trabe que permitía el paso de los trenes, le extrajeron material para conocer el estado del mismo, textura, grosor y peso, elementos que forman parte de la evaluación del accidente que, hasta el momento, no ha determinado la responsable en ningún funcionario y por el que, se ha pedido la destitución de la directora del Metro, Florencia Serranía.

La Fiscalía capitalina enviará la muestra al laboratorio y realizarán análisis, como Rayos X y Ultrasonido