¡Hay que ser caradura!
Claudia Sheinbaum se desbarató en elogios a la compañía noruega DNV, que se haría cargo de investigar la tragedia de la Línea 12 del metro. Todo fueron alabanzas para la empresa que, indudablemente, tiene prestigio a nivel internacional y una larga trayectoria. Cuando se tendría que dar a conocer la tercera parte del minucioso análisis, la condena y amenaza no sólo con quitarle el contrato, sino con acusarla judicialmente, en vista de que se señala al mantenimiento como también culpable, lo que la coloca en el ojo del huracán.