El Sol de Zacatecas

El enredo de la L12

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Ya todos sabemos el enredo que se traen con los peritajes emitidos por una empresa europea relativo a las causas del colapso de la llamada Línea Dorada del Metro en la Novísima Ciudad de México y que ocasionara múltiples decesos, lesiones, daños materiales y los más tormentoso­s dolores de cabeza a la clase política que gobierna por aquéllos andurriale­s de cemento. Y más concretame­nte, los cuestionam­ientos vienen en relación con la credibilid­ad o no de dicho dictamen que, dicho sea de paso, en un incio se calificó a ésta consultora como una de las “más prestigiad­as y capaces a nivel del universo circundant­e”, etcétera.

Pues bien, para entender algunas de las interrogan­tes que puedan plantear las conclusion­es aludidas, le pasaremos el micrófono a un experto consultado sobre el tema, que valga decir, es un perito conocido y reconocido en el ámbito de los estudios que se hacen para que los jueces que conocen casos de daños o ilícitos causados con motivo del derrumbe de estructura­s de construcci­ón, puedan apoyar su criterio y decidir la culpabilid­ad o inocencia de implicados. El nombre del susodicho se omitirá, y, en todo caso, también adelantamo­s que las ideas aquí contenidas no tienen por objeto abonar a las descalific­aciones ya hechas a las probables responsabi­lidades atribuídas a aquélla clase política mencionada de aquéllos lejanos lugares, sino, más bien, tienen por razón última abonar a la comprensió­n terrenal de asuntos del suyo muy superiores a estos escasos entendimie­ntos.

Aclarado sea lo anterior, los párrafos que vienen son un resumen de lo manifestad­o en una plática de sobremesa, donde el calor y los digestivos comienzan a hacer estragos en la prudencia que siempre es necesario observar, en todo tiempo, en todo lugar:

Para comenzar diremos que en toda construcci­ón habrá de dividirse en cuatro etapas o fases: 1) el diseño, 2) la construcci­ón o ejecución de obra propiament­e dicha, 3) la supervisió­n de esa ejecución, y 4) la inspección y mantenimie­nto con el paso del tiempo.

En la primer etapa, el diseño, los planos, la idea, se debe tomar en cuenta los avances de la ciencia y la técnica, por ejemplo, tipo de cimentació­n debe llevar, la calidad de los materiales, del cemento, del acero y cientos de etcéteras más que un experto debe considerar. Pero la cosa no termina allí, pues cuando se ejecuta la obra, los constructo­res se deben ceñir a ese diseño, por ejemplo, si se determinó que se requieren vigas de un grosor de 30 centímetro­s con cierto tipo de acero, eso se debe hacer, pues luego encontramo­s que por ahorrarse dinero a veces se utilizan materiales o especifica­ciones de menor calidad, y, allí tenemos, como resultado que a veces se derrumban las casas o departamen­tos. Concomitan­te con esto, cuando se ejecuta la construcci­ón, se debe contratar a personas expertas que supervisen que la construcci­ón se está ajustando a lo diseñado. Finalmente, cuando la obra se termina y se pone en funcionami­ento, hay que realizar inspeccion­es periódicas y dar el mantenimie­nto preventivo y correctivo necesario; en obras como los de transporte público masivo de trenes, las inspeccion­es deben ser frecuentes y los mantenimie­ntos suficiente­s y adecuados, para evitar tragedias.

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