EL PARAÍSO DE LOS REVENDEDORES
productos muchas de estas tiendas no la ofrecen. Un ejemplo es el local Chen, que se encuentra en el segundo piso. Una mujer adquirió un micrófono para conectarlo a un celular a un costo de 35 pesos y preguntó al joven de la caja:
-¿En caso de que salga descompuesto, me lo cambia? ¿Cuánto tiempo tengo para hacer valer la garantía?
-En este caso no hay garantía, pero no se preocupe, estos productos salen buenos, no ha venido nadie a quejarse de que no sirvan.
La mujer salió de la tienda pero se quedó con la duda de haber adquirido un producto en buen estado o no y de que no regaló su dinero.
En el camino, hacia la planta baja, sube al elevador y se encuentra con un vendedor de comida rápida de la misma tienda a quien le soltó:
-Es la primera vez que vengo a esta tienda a comprar, ¿aquí no dan garantía de lo que venden?
-Lo que debe hacer -respondió- es que, aunque le lleve tiempo, tiene que probar ahí mismo, en el local, que sirva todo lo que está comprando. Debe sacar todo de las cajas, que no esté roto; si es eléctrico conéctelo a un enchufe. El locatario no tiene por qué enojarse si le está comprando.
BARA, BARA
En entrevista con la Organización Editorial Mexicana, Karen Mendoza, supervisora de operaciones de la empresa de importaciones Leghan Trade & Logistics Services, comentó: “En China la mano de obra es tan barata que el costo de los productos es bajísimo, obviamente todo mundo le puede ganar, porque el precio es bajísimo. Aun cuando los revendan y los distribuyan y sean productos que les pueden ganar 200 por ciento, hablemos de empresas trasnacionales, de empresas muy grandes que obtienen hasta un 200, 300 por ciento de ganancia”.
En el piso 7 de la Plaza Izazaga 89, Pamela indicó a este diario: “Vine a comprar porque vendo arreglos para cumpleaños. Son como regalos personalizados, aquí me surto porque me encargaron unos kits de belleza para niñas.
Sobre cómo son sus ganancias expuso: “Voy empezando, pero procuro dar buen precio con un margen de ganancia igual, si invierto 200 pesos, gano 200 pesos”.
La señora Pamela es maestra de preescolar, pero con la pandemia perdió su trabajo y desde hace un año compra productos para revenderlos. En este ciclo escolar recuperó el em