“Fue de las primeras que habló de la violencia contra las mujeres”
“Su literatura destila un feminismo sensible y crítico que se aleja de la trampa del mujerismo. Elena no idealiza a la mujer sino demuestra que hay muchas formas de ser mujer. Ella está donde ocurre la tragedia para escuchar y dar voz a las personas afectadas”, manifestó Martha
Lamas, también narradora y amiga cercana de Poniatowska.
“Fue de las primeras que habló de la violencia contra las mujeres y su desigualdad, ha hecho visible a las soldaderas, artistas, luchadoras, mostrando historias de mujeres que con su grandeza y convicción han ido construyendo el México de las mujeres. Es una mujer que desde hace mucho da voz a mujeres. Eres un símbolo para todos”, añadió Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
“Elenita, me parece quizá, por su capacidad de hacer preguntas como una niña a los 90 años, es una representante de la buena narrativa”, añadió Alejandra Frausto, Secretaria de Cultura.
El festejo se aderezó de la música de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, la Compañía Nacional de Teatro y participantes de los Semilleros Creativos. Entre el público estuvieron la fotógrafa Graciela Iturbide, la artista plástica Betsabé Romero, el arquitecto Mauricio Rocha, la escritora Bárbara Jacobs, además de políticos y servidores públicos.
En agradecimiento, la ganadora del Premio Cervantes 2013 dedicó tiempo para firmar libros del público que ya la esperaban en el vestíbulo del palacio en una larga fila.
Antes del homenaje, Poniatowska inauguró la exposición Elena y sus causas, en la que se muestran 22 obras realizadas por el Semillero creativo de Pintura en Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, y aborda dos facetas de la escritora: Elena soñadora y Elena luchadora. En la primera, se refleja su fascinación por el cielo a partir de los textos La vendedora de nubes y El niño estrellero. En la segunda se plasman las diversas aproximaciones a las causas sociales en obras como Hasta no verte Jesús mío, La noche de Tlatelolco y El tren pasa primero.