En cuestión de días, tanto los gobiernos de Suecia como de Finlandia, ultiman sus condiciones para ingresar a la Organización del Tratado Atlántico Norte, luego de la deriva de la invasión rusa a Ucrania. De manera tradicional, ambos países escandinavos, había mantenido una prudente neutralidad, dada su larga y compleja relación con la potencia euroasiática. Sobre todo en el caso Finlandia, que se independiza del imperio zarista en 1917, pero que luego tendría una guerra con Rusia y perdería el 10 por ciento de su territorio.