El milagro de las remesas
No solo en Zacatecas se puede demostrar que un mejor Zacatecas es posible, porque aquí hay que contemplar con todo realismo, que los zacatecanos de afuera, sobre todo los que residen en los Estados Unidos, nuestros migrantes, demuestran con sus remesas, dólares convertidos a pesos contantes y sonantes, que son el gran milagro económico que mantiene a flote a miles de familias en los municipios y comunidades, y a los sistemas comerciales, turísticos y culturales del estado.
Claro, que los gobiernos federal, estatal y municipales, a través de las instituciones cumplan su responsabilidad, atraer inversiones, promover el turismo, cultura y minería, abrir cauces a la industrialización, fortalecer la estructura cultural e histórica, cotidianamente alentar el deporte y robustecer los espacios públicos para el deporte y la reacción y sobre todo, atender óptimamente el compromiso constitucional de garantizar la seguridad pública, la paz y tranquilidad y la protección del patrimonio familiar, de las comunidades y los ciudadanos, haciendo posible un escenario de estabilidad, confianza y certidumbre. Quienes no atiendan el mandato constitucional y de los votos que los ungieron en los gobiernos, en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, que mejor se hagan a un lado, que dejen la responsabilidad a los que demuestren vocación de servicio, aptitudes de capacidad organizacional, administrativa y de ejercicio del poder con honestidad, humildad y resultados.
Y los resultados tienen que ser tangibles, que se sientan como acciones de desarrollo y crecimiento, como así se reivindican los migrantes con las remesas que solo en el primer semestre, de enero a junio, ascendieron a 806 millones de dólares, es decir 16 mil 120 millones de pesos, para visionar más de 32 mil millones de pesos en el año, lo que se puede interpretar como la gran igualada del presupuesto estatal, y lo que se debe entender como el enorme milagro económico, remesas que no son capital político de nadie, como algunos gobernantes y políticos pretenden manipular para hacer creer a la gente que son consecuencia de sus gestiones, nada más falso, porque son resultado del trabajo esforzado de nuestros migrantes y que por su pasión de servir al estado, envían sus recursos, el más valioso complemento a la propuesta permanente de desarrollo y progreso, son ellos, los autores de ese vigoroso impulso económico, histórica hazaña financiera en crecimiento.
Por las remesas como fenómeno económico y actos de salvación del estado en crisis financiera, las presiones políticas y sociales aminoran, los efectos de la pandemia e inseguridad se reducen, pero además, son fórmula de integración del Zacatecas de acá con el Zacatecas de allá, y por ello, la famosa austeridad franciscana que ahora dictan desde Palacio Nacional, perjudica pero no lesiona tanto a las miles de familias, porque esas benditas remesas cumplen su cometido de atenuar las crisis y para no romper con las condiciones de normalidad en la nueva etapa de transformación y para que se resientan menos los golpes del hambre y las necesidades.