El Sol de Zacatecas

Invitan a visitar la zona de La Quemada

Esta área se trata del emplazamie­nto urbano de mayor monumental­idad del estado correspond­iente a la época prehispáni­ca

- MAURICIO GONZÁLEZ

9 a a las 6 de la tarde es el horario de atención, todos los días del año

Localizada a 56 kilómetros al sur de la capital del estado de Zacatecas, en la enorme llanura que se extiende dentro del municipio de Villanueva, se localiza el emplazamie­nto urbano de mayor monumental­idad correspond­iente a la época prehispáni­ca conocido como La Quemada.

ZONA ARQUEOLÓGI­CA

El arqueólogo fresnillen­se Luis Felipe Castañeda Romero, titular de la Zona de Monumentos Arqueológi­cos y Museo de Sitio la Quemada, informó a El Sol de Zacatecas que esta colosal obra urbanístic­a es la zona arqueológi­ca de mayor afluencia de visitantes en el estado y está abierta todos los días del año de las 9:00 a las 18:00 horas.

La zona arqueológi­ca cuenta con un museo del sitio, que se renovó recienteme­nte, exponiendo algunas de las piezas provenient­es de la cultura prehispani­co del Valle de Malpaso y es una de las cuatro zonas arqueológi­cas entre las que también se encuentra Alta Vista en Chalchihui­tes, El Teúl en el Teúl de Gonzales Ortega y Las Ventanas en Juchipilla.

DISEÑO Y CONSTRUCCI­ÓN

Su composició­n urbana se caracteriz­a por el diseño y construcci­ón de numerosas plataforma­s de mamposterí­a que se adosan al cerro en su flanco sur y oeste. Sobre estas plataforma­s se levantaron los dispositiv­os arquitectó­nicos de carácter colectivo, así como unidades menores en las que debieron residir los grupos de elite que detentaron el poder político, económico y religioso de la región.

Por sus rasgos paisajísti­cos, se le puede clasificar como un altépetl, etnocatego­ría náhuatl, que la define como una entidad político-territoria­l engranada en un sistema de intercambi­o que compartió elementos ritualísti­cos panmesoame­ricanos.

Para su estudio y comprensió­n formal, se ha dividido en cuatro niveles, consideran­do las amplias plataforma­s del sector sur, donde se construyer­on las obras de mayor envergadur­a como el Salón de las

DE LA MAÑANA

centros secundario­s dispersos en el valle y cuya longitud se estima que es de aproximada­mente 170 km lineales, lo cual nos recuerda a los sacbes de la región maya y lo cual constituye una anomalía en el marco del mosaico cultural de la época precolombi­nas en el centro norte del país, mientras que en el análisis hecho a un nivel macro, los estudios arqueológi­cos deducen una red de intercambi­o en la cual estaban integrados varios asentamien­tos urbanos con sitos que surgieron en los altos de Jalisco, el Bajío guanajuate­nse y el altiplano potosino.

HISTORIA CONSTRUCTI­VA

La historia constructi­va de La Quemada se ha segmentado en tres periodos, el más temprano que marca el inicio de la complejiza­ción social en el Valle de Malpaso es alrededor del año 400 d.c., teniendo su máximo esplendor entre los años 600 al 900 d.c., para finalmente ser abandonada en el 1050 d.c.

Estos cambios en la temporalid­ad van acompañado­s de evidencia material que los arqueólogo­s han identifica­do en las formas y diseños de las piezas cerámicas y que están fundamenta­das en dataciones que se han obtenido de diferentes sectores de la ciudad, siendo el complejo arquitectó­nico de La Ciudadela el más tardío.

También existe consenso entre los especialis­tas de que la ciudad fue incendiada intenciona­lmente de manera ritual como parte de algún tipo de cierre de evento ceremonial para abandonar paulatinam­ente el lugar, dando inicio a un movimiento migratorio en varios asentamien­tos de la frontera norte de Mesoaméric­a.

Los cuidados de estos extraordin­arios vestigios de ciudades prehispáni­cas están a cargo del Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia, región Zacatecas, el cual programa y coordina acciones de conservaci­ón y mantenimie­nto con técnicas tradiciona­les que buscan no alterar la historicid­ad de los monumentos patrimonia­les. Estas acciones son interdisci­plinarias y participan arqueólogo­s, restaurado­res y arquitecto­s del Instituto que con su conocimien­to aportan técnicas cada vez más novedosas y actualizad­as en materia de conservaci­ón.

“Resta decir que, para todos los interesado­s en la arquitectu­ra, el urbanismo, la restauraci­ón, el paisajismo, la historia, la religiosid­ad y ritualidad de otras culturas, etc., la Zona de Monumentos Arqueológi­cos y el Museo de Sitio La Quemada es una excelente opción de visita responsabl­e” destacó.

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SEVANDO BURCIAGA La Quemada es la zona arqueológi­ca de mayor afluencia de visitantes en el estado.
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Luis Felipe Castañeda, titular de la Zona de Monumentos Arqueológi­cos la Quemada.
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