Madres estudiantes buscan una vida mejor
Se vieron en la necesidad de dejar temporalmente sus estudios en el Instituto Tecnológico de Zacatecas y retomaron su meta de superación
Cuatro jóvenes madres que se esfuerzan por convertirse en profesionistas y poder darles una mejor vida a sus hijos, hablaron con El Sol de Zacatecas sobre su experiencia de vida. Todas ellas se vieron en la necesidad de dejar temporalmente sus estudios en el Instituto Tecnológico de Zacatecas (IZC) –también conocido como el Tecnológico Regional- pero retomaron su meta de superación profesional con la ayuda de su familia, sus maestros y sus compañeros.
“SIGO AQUÍ”
Kenia García, de 23 años, estudia octavo semestre de Arquitectura. Su hija acaba de cumplir tres meses de edad. Diariamente se traslada desde la lejana localidad de El Bordo, Guadalupe, hasta la capital del estado para hacer su servicio social y luego asistir a clases en horario vespertino.
“Soy mamá soltera y aunque mis papás me han apoyado mucho, ha sido muy pesado porque mi horario (escolar) es por la tarde, salgo de mi casa desde las nueve y media para hacer el servicio (social), estoy prácticamente fuera de la casa todo el día”.
Explicó que es muy complicado dividir las tareas propias de ser madre y de ser estudiante: “Hay sentimientos encontrados… te sientes como mala mamá porque los dejas gran parte del día… pero yo sigo aquí para darle una mejor vida a mi hija”, comentó con la voz entrecortada.
Además de la gratitud hacia sus padres, Kenia también menciona el apoyo que recibió en la escuela para ausentarse durante 40 días tras el nacimiento de su bebé y las facilidades para reintegrarse y ponerse al corriente en las diversas asignaturas.
Kenia dio un consejo a otras estudiantes: “Creo que deben cuidarse si no quieren tener un hijo durante los estudios, no es nada fácil y si ya están en nuestra situación, que le echen muchas ganas”.
“ESTUDIO Y DOS TRABAJOS”
Iridian Ortiz Ruiz, estudiante de Arquitectura salió de su comunidad ubicada en el municipio de Villa de Cos a los 17 años. Desde entonces se independizó y empezó a trabajar debido a que su padre no le permitía seguir en la escuela. Se embarazó a los 21 años cuando cursaba el cuarto semestre de la licenciatura.
“Me hubiera graduado hace dos años y medio, pero debido a que me embaracé hace seis años tuve que recurrir a mis padres y volver a mi comunidad, me dio mucha depresión, al estar embarazada como que me desanimé mucho”.
Sus labores comienzan temprano para ir a dejar a su hija a la escuela y luego trabajar en un negocio de comida hasta el mediodía para más tarde asistir a clases. Tiene un segundo trabajo durante los fines de semana.
Iridian pasó por situaciones muy difíciles, como el haber dejado a su hija al cuidado de sus padres durante dos años para seguir estudiando en el ITZ, sin embargo, dio un mensaje de ánimo para quienes se vean en una situación similar: “no desistan, lo podemos lograr”.
FUERTE GOLPE
Fátima Itzel Soto Flores está en proceso de titularse como arquitecta. Recuerda que su embarazo, a los 18 años, fue complicado debido a que no tuvo el respaldo suficiente del padre. Después de algún tiempo, prefirió “continuar sola” al cuidado de su hijo con la ayuda de sus papás.
“A mi hijo lo tuve a los 19, justo al llegar al último trimestre de mi carrera, fue un golpe fuerte ausentarme de la universidad porque dejé mi vida de estudiante y mi vida social para atender a mi hijo”. Reconoce que no fue fácil, asistió a terapia psicológica porque su salud mental se vio mermada.
Al retomar sus estudios conoció “nuevas definiciones de amistad y amor”, gracias al apoyo de sus maestros y de sus compañeros y compañeras:
Hoy en día, Fátima se siente firme en su decisión, enfocada en la atención a su hijo y en su proceso de titulación.
“LO PUEDES CONSEGUIR”
Alicia Márquez Castro es estudiante del noveno semestre de arquitectura y tiene dos hijos. Su primogénito –hoy de seis años- nació cuando ella tenía 19.
Aunque tener su primer hijo no fue impedimento para continuar sus estudios, con su segundo embarazo sí hizo que sus planes “se vinieron abajo”, pero fue su madre quien la animó a regresar a la escuela.
“Cuando me di cuenta que estaba embarazada se me vino el mundo encima, pensé que tenía que salir para siempre de la carrera (…) pero mi mamá me dijo: ´tienes qué poder, hazlo por tus niños´… detrás de mí siempre estuvo mi mamá y siempre se lo voy a agradecer”.
FÁTIMA ITZEL SOTO FLORES FUTURA ARQUITECTA Tenía una compañera que tenía una niña, de ella aprendía a poner a mi hijo como prioridad”
KENIA GARCÍA ESTUDIANTE DE ARQUITECTURA Te sientes como mala mamá porque los dejas gran parte del día… pero yo sigo aquí para darle una mejor vida a mi hija”