Pedro Carrillo, el relojero más reconocido de Fresnillo
Desde los 10 años empezó a reparar relojes y, hasta la fecha, continuara haciendo el trabajo este trabajo que lo apasiona
“Desde niño, aproximadamente desde los 10 años me he dedicado a la reparación de relojes, o relojero como bien nos conocen la gente; este trabajo me ha dejado grandes satisfacciones, pero lo más importante es lo que mi papá quiso siempre que siguiera sus pasos#, señaló Pedro Carrillo Aguirre, relojero de más de 60 años.
INICIO DE TRABAJO
Aprendí con mi papá, todo lo que sé lo aprendí de mi padre Pedro Carrillo Corona (QEPD), ahí en su taller en la calle Reforma, que ahora está siendo atendido por un hermano, aprendí el oficio que heredamos por nuestro padre; solamente dos hermanos los otros no quisieron seguir ese camino, y aunque todos les saben a todos los mecanismos, pero no se dedicaron de lleno.
“Cuando empecé no fue fácil, sacrifiqué amigos, andanzas de niño, porque mi responsabilidad era aprender, tenía tareas como barrer, limpiar y archivar muchas cosas, así como tareas que me daba mi papá en la reparación de relojes y al pasar el tiempo crecieron esas responsabilidades sobre todo en la reparación, el conocer la maquinaria de una y otra marca”, recuerda.
60 AÑOS de trayectoria lleva Pedro Carrillo como relojero en el municipio
SE ABRE CAMINO
Agregó “una vez que me sentí con la capacidad y experiencia para reparar relojes, me independicé. Mi papá nunca me dijo que no, es más, siempre me alentaba para que pusiera mi propio taller y poco a poco lo fue construyendo hasta que me instalé en la calle Juan de Tolosa, siempre he estado ahí”.
En aquellos años, cuando los relojes eran un lujo y también una necesidad, había mucho trabajo -reconoce- esto me obligaba a abrir desde muy temprano para atender, recibir a la gente que requería de una reparación, porque antes los relojes eran mecánicos, no como ahora que son de pila.
PEDRO CARRILLO AGUIRRE RELOJERO “Este oficio lo herede de mi señor padre, quien tuvo paciencia para enseñarnos a mí y a otro hermano”
años de edad Pedro Carrillo se inició en la reparación de relojes y hoy es uno de los relojeros más reconocidos del Municipio.
POCOS RELOJEROS
Con las nuevas tecnologías no nos ha bajado el trabajo, pero si han cambiado muchas cosas, apunta, porque prácticamente hay pocos relojeros, si hubiera muchos creo que si nos bajaría el trabajo y muchos nos dedicaríamos a otras cosas porque ahora muchos de los relojes son desechables, se descomponen y se compran otro.
“Antes era una ciencia y lo sigue siendo, tenemos que ser muy experimentados y haber participado en cursos, en la academia. Ahora solamente son unos tres los
DESDE LOS 10
que arreglen, pero ya no quieren muy bien, nosotros nos mantenemos con la reparación y cambio de pilas, de extensibles, ajustes, poner a la hora y también con la reparación que es lo más difícil, pero es lo más apasionante porque por muchos años nos ha dado de comer”, agregó.
PASIÓN AL TRABAJO
“Me encanta mi trabajo, me apasiona y aun así me pagan por hacerlo que gracias a Dios la gente me busca, me sigue, porque aun cuando la gran mayoría ya traen celular, siguen utilizando su reloj de pulsera, que son mecánicos y son quienes nos siguen buscando. Los relojes digitales solo requieren del cambio de pilas, pero para todos y de cualquier modelo y marca tenemos respuesta en su reparación”.
De mis tres hijos, reconoce, ninguno siguió los pasos por el gusto por reparar relojes ni el gusto de este oficio, ellos se dedican a otra profesión, uno de ellos es cardiólogo, otro todavía está estudiando medicina y el tercer es comerciante.
“Sin embargo, me siento muy orgulloso porque de la relojería salió para los estudios, para que no nos faltara nada en la casa. Y voy a seguir con mi trabajo hasta que Dios me de licencia y creo que todavía serán muchos años”, finaliza.