LUIS DAVID ALZA LA MANO
UNA OREJA DE MUCHO PESO CORTó EL ESPADA AQUICALIDENSE A SU PRIMER TORO, CON DETERMINACIóN
MADRID, jueves 17 de mayo (Cultoro).- La corrida de Juan Pedro Domecq con un toro de Parladé, el sexto, se lidió este jueves en el coso Monumental de Las Ventas para la décima función de su abono. En el cartel, Juan Serrano “Finito de Córdoba”, Román y el mexicano Luis David Adame, quien al final de cuentas logró un más que merecido triunfo. Minuto de silencio por el doctor Ramón Vila se guardó. En el primero, “Finito de Córdoba” le sopló tres medias de mucho encanto. Bien le respondió por abajo el animal en el inicio de la faena, pero se fue apagando poco a poco y al que le sonsacó compases sin emoción en el tendido. Silencio. Al segundo lo recibió capote en la espalda Román. Por gaoneras fue el quite de Luis David. Con el cartucho de pescao recibió Román al animal, recetándole por la izquierda la primera serie con enganches y se quedó sin argumentos de toreo. Silencio. “Ombú” llevaba por nombre el tercero de la tarde, número 33, con un peso de 558 kilos. Siempre con el paso adelante fue ganando terreno a la verónica Luis David, quien remató de una gran media a pies juntos y una revolera al paso. Airoso por chicuelinas fue su quite. Quietísimo por estatuarios comenzó la faena, dejando un pase del desdén que llegó pronto al tendido. Bien conectó en la primera serie a diestras. Suavidad, temple, buscándole el sitio y quedándose quieto en el final de la serie. A zurdas también conectó con la parroquia madrileña. Sin tocarle la muleta en toda la faena fue el trasteo de Luis David, quien llegó con fuerza a Madrid. Las Joselillinas de espanto y el estoconazo de ley otorgaron una justa oreja. El cuarto de la tarde, un animal amenazante por delante y en el que “Finito de Córdoba” no apostó por un astado apagado. El quinto fue un toro protestado por la falta de fuerza y en el que no tuvo suerte Román. En el sexto, de Parladé, con 631 kilos de peso, mostró alegría capotera Luis David, especialmente en un quite por zapopinas. Impresionante fue el cambiado con el que inició la faena a un toro de escasísimo recorrido, con agresividad en su condición y exigiendo pasar paquete. No pudo hacer nada el mexicano. Pasaportó con dignidad a un animal que rebañó quedándose cortísimo. Un “Barrabás”.