Martha Evelia Gaytán
En la anterior colaboración de POR MADERO se tocó un tema de enorme importancia para los derechohabientes y enfermos que llegan a hospitales públicos y privados, referente a las Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS), que tan solo en el año de 2015 se alcanzó la cifra de 61,969 en todo México, de las cuales hubo 2 mil 624 defunciones asociadas a estas Infecciones nosocomiales o pre hospitalarias.
En Aguascalientes, según el ISSEA, durante los primeros 9 meses del año de 2015 por cada 100 egresos hospitalarios se presentaron 669 infecciones prehospitalarias y 723 en el primer trimestre de 2016. Anualmente entre el 2 y 5% de los pacientes infectados fallecieron. Pero lo más preocupante es que se estima que el 80% de estos contagios se trasmite por manos contaminadas o por falta de higiene, por parte de los doctores y enfermeras. Además, una tercera parte o más de los casos de Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud, pueden prevenirse con la introducción de una eficiente y estricta campaña de higiene de manos, mientras otra gran proporción mediante el cuidado adecuado de dispositivos invasivos, con lo que se podrían ahorrar hasta 500 millones de dólares al año. Se estima que en nuestro país la frecuencia de infecciones en unidades hospitalarias varía de 2.1 a 15.8%, constituyendo las Unidades de Cuidados Intensivos donde más casos se presentan, ya que de 895 pacientes, 23.2% mostró una infección nosocomial. Las más comunes son las infecciones de neumonía con 39.7%, seguida de inoculaciones urinarias con 20.5%, heridas quirúrgicas, 13.3% y las del torrente sanguíneo, con 7.3%. La Organización Mundial de la Salud, menciona que la prevalencia de las IAAS en países desarrollados es de 7.6 infecciones por cada 100 pacientes; en tanto, las naciones en desarrollo se sitúan en 15.5 infecciones por cada 100. Este verdadero problema de educación entre los trabajadores de la salud llegó a la Cámara de Diputados en donde se propone adicionar a la Ley General de Salud en el Título Décimo Octavo, sobre higiene hospitalaria en establecimientos de salud, en el Capítulo Único y artículo 401, para que “la Secretaría de Salud sea responsable de vigilar el estricto cumplimiento de las condiciones básicas sobre higiene al interior de los establecimientos de salud”. La propia Secretaria de Salud Federal “deberá mantener actualizada y vigilará el cumplimiento de la norma oficial mexicana respectiva, que señala los procedimientos y técnicas científicamente aprobadas, tendentes a regular la higiene en hospitales, atendiendo aspectos esenciales de desinfección conforme a las características de sus áreas”. Y se privilegiaría la prevención de infecciones intrahospitalarias, especialmente en áreas de quirófanos y terapia intensiva. En la Cámara de Senadores, preocupada por este fenómeno presento el pasado febrero de 2017 una iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma la Ley General de Salud. “Artículo 27. […]. La educación para la salud, la promoción del saneamiento básico y el mejoramiento de las condiciones sanitarias del ambiente, haciendo hincapié en la práctica de la higiene de manos”. Campañas van y campañas vienen para motivar a doctores y enfermeras a hacer uso del agua y jabón, así como a la eficiente higiene en hospitales ya que en sus manos está nuestras vidas. Pero como dijo Carlos Salinas: “Ni los veo, ni los oigo”.