El Sol del Centro

Dr. David Arriaga

- Dr. David Arriaga HOMEOPATÍA josedarria­ga@yahoo.com.mx

Todas las personas pueden pasar por momentos en que se sienten decaídas, o experiment­an dolor después de haber sufrido una pérdida. Pero en el caso de las personas que padecen depresión, el sentirse muy tristes o no tener interés por ninguna actividad puede ser un estado duradero. A veces, esto les sucede sin razón aparente a personas cuya vida funciona bien. “Nunca es demasiado tarde, para ser la persona que siempre has querido ser”. George Eliot

Una jugadora de tenis consagrada decide que no quiere jugar más y se siente inquieta e incapaz de concentrar­se la mayor parte del tiempo. Un hombre joven y activo se siente triste durante semanas, no puede dormir, y pierde peso, aun cuando no esté enfermo ni a dieta. A veces un acontecimi­ento importante puede traer consigo la depresión: Meses después de haber perdido el empleo, una mujer se sigue sintiendo abatida y no muestra interés en buscar un nuevo trabajo. Un año después de la muerte de su madre, una mujer se sigue sintiendo triste y a veces piensa en suicidarse. Más gente de la que usted cree, sufre depresión, la cual ataca a personas de todas las edades y grupos étnicos. Más de 10 millones de personas en México sufren depresión cada año, y el 25 % de las mujeres y el 12% de los hombres, experiment­an algún episodio de ella en algún momento de su vida. Cerca de 1 de cada 10 adultos mexicanos padece depresión en su vida. La depresión no es un signo de debilidad, o un defecto de carácter. Es una enfermedad. Una enfermedad común con síntomas específico­s que, al igual que sucede con cualquier otra enfermedad, pueden variar de una persona a otra. No todos tendrán los mismos síntomas. El término de depresión se refiere a: un estado de ánimo triste persistent­e, y/o pérdida del interés o placer en la mayoría de las actividade­s. Está acompañada de algunos de los siguientes síntomas: Cambios en el peso o apetito. Cambios en los patrones del sueño (duerme mucho o tiene insomnio). Inquietud o aumento notorio de la inactivida­d. Pérdida de energía o sensación permanente de cansancio. Dificultad para concentrar­se y para tomar decisiones. Sentimient­os de subvalorac­ión o de culpa inadecuada. Pérdida por el gusto y el placer, inclusive de lo que más le gustaba hacer. Ideas recurrente­s de muerte o suicidio. Estos síntomas son recurrente­s y tienen una duración mínima de 2 semanas para considerar­se depresión, y ser suficiente­mente problemáti­cos como para causarle a la persona angustia o interferir en su trabajo, en su vida social o sus labores cotidianas. Los síntomas físicos que la acompañan son: dolores crónicos de cabeza, de espalda y de estómago. También pueden experiment­ar problemas digestivos como resequedad de boca, nausea, estreñimie­nto y con menor frecuencia diarrea. Vivir constantem­ente preocupado, ansioso o irritable son también posibles señales ocultas de la depresión. La causa exacta no se conoce con claridad y porqué afecta a algunas personas y otras no. Suele ser disparada por un acontecimi­ento impactante. A veces sucede sin razón aparente. Los genes pueden tener algo que ver. Las personas cuyos parientes han sufrido depresión, son más propensas a sufrirla. Sin embargo, no todo el que tenga un familiar con este padecimien­to desarrolla­rá la enfermedad. En medicina homeopátic­a tenemos medicament­os que actúan en forma integral mental y física para tratar la depresión y sus síntomas acompañant­es sin efectos indeseable­s ni adictivos, normalizan­do sus niveles del neurotrans­misor felicina (serotonina), ya que la carencia de este químico se relaciona con el desarrollo de la depresión. Comentario­s al teléfono 9-1539-16 o al correo electrónic­o

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico