Rezago en derechos humanos de mujeres
Aquí no se ha cumplido por completo con armonizar las leyes en materia de derechos humanos de las féminas
Nuestra entidad no ha cumplido en su totalidad con su compromiso de armonizar las leyes en materia de derechos humanos de las mujeres, de acuerdo a un reciente análisis elaborado por el Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género (CELIG), perteneciente a la Cámara baja del Congreso de la Unión.
no ha cumplido en su totalidad con su compromiso de armonizar las leyes en materia de derechos humanos de las mujeres, de acuerdo a un reciente análisis elaborado por el Centro de Estudios para el Logro de la Igualdad de Género (CELIG), perteneciente a la Cámara baja del Congreso de la Unión. De acuerdo a los indicadores seleccionados el porcentaje de cumplimiento de la armonización legislativa con perspectiva de género y derechos humanos se aprecia de la siguiente forma: Solamente una entidad federativa, Sinaloa, cumple al 100% con la armonización legislativa en materia de derechos humanos de las mujeres. Hay 17 entidades federativas que cumplen con más del 80%: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, CDMX, Coahuila, Durango, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas. Y otros 11 estados figuran con menos del 80% de cumplimiento: Aguascalientes, Colima, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Yucatán. Tres entidades están por debajo del 70% de cumplimiento: Chihuahua, Guanajuato y Jalisco. La igualdad de género es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley, lo que significa que todas las personas, sin distingo alguno tenemos los mismos derechos y deberes frente al Estado y la sociedad en su conjunto. En México la familia, al estar en el centro de la sociedad, se ha visto afectada, evolucionando ante los cambios sociales, económicos y políticos. Actualmente las dinámicas familiares se inscriben bajo otros paradigmas, la incorporación de las mujeres al mercado laboral revolucionó el contexto socioeconómico del México contemporáneo, dentro del cual los nuevos roles rompen con los tradicionales. Las mujeres tienen que distribuir sus responsabilidades laborales, con las del hogar, los hombres tienen un compromiso diferente frente al reparto de tareas y su forma de interrelacionarse con la familia. El reconocimiento de la igualdad de oportunidades y de responsabilidades dentro y fuera del hogar aún no logra consolidarse. La desigualdad por razones de género es un fenómeno que persiste en todas las latitudes, es una tradición discriminatoria profundamente arraigada en culturas con sistemas patriarcales como la nuestra, por lo tanto, es un fenómeno cultural que se ha ejercido por costumbre, el cual es susceptible de transformación.