Alejandro Ruiz Jiménez
Después de vivir cambios de salud de los seis a los ocho meses de edad y encontrándome expuesto durante una etapa de pandemia nacional de Poliomiellitis, finalmente contraje la enfermedad. Sin embargo, con el impulso, enjundia y vehemencia maternas logré caminar a pesar de la secuela y atrofia que dejó en mi pierna derecha.
Cabe mencionar en ese proceso de 17 años el importantísimo trabajo del personal del Hospital Shriners de México (en ese entonces para niños lisiados). Todo ello con la finalidad de superar en forma integral, sana y armoniosa dicha CAPACIDAD DIFERENTE; proyectándome en un ambiente socialmente común.
Hasta lograr involucrarme en todas las actividades: FAMILIARES, ESCOLARES, DEPORTIVAS (ATLETA DE ALTO RENDIMIENTO), ARTÍSTICAS Y ESPIRITUALES.
Una mañana al estar en prescolar recibí un puntapié de un compañero quien me dijo: “ALÉJATE DE MÍ, PATA CHUECA, QUE ME VAS A CONTAGIAR”.
Con lágrimas en los ojos y sin entender se lo conté a mi madre quien, amorosamente, repuso que ellos no sabían ni entendían lo que hacían. Lo cual se convirtió en una constante durante mi desarrollo; siendo decisivo el impulso permanente que se me dio para aprender a: ACEPTAR – ENFRENTAR Y ALEJAR, para desarrollar una AUTOESTIMA SÓLIDA
Parte de la idiosincrasia del mexicano es nuestra costumbre por apodar a las personas; como una forma de marcar, estigmatizar o señalar a los que nos rodean.
Al tomar como referencia el término ESTIGMA, cabe resaltarlo como:
MARCA O SEÑAL EN EL CUERPO, especialmente la impuesta con un hierro candente como signo de esclavitud o de infamia.
Sociológicamente ESTIGMA ES UNA CONDICIÓN, atributo, rasgo o comportamiento que hace que la persona portadora sea incluida en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y SE LES VE COMO CULTURALMENTE INACEPTABLES O INFERIORES.
Con efectos concretos, sobre la persona, de:
Descrédito amplio.
Defecto (corporal, personalidad). Falla.
Desventaja.
Todo ello implica establecer: LA IDENTIDAD REAL O DISTORCIONADA DEL INDIVIDUO en forma de falacia (mentira vestida de verdad) o mofa (burla).
Ejemplificando para comprender, tan solo tengamos presente cuántas veces al conocer a alguien:
Le preguntamos su nombre y DE INMEDIATO LO OLVIDAMOS.
En cuanto apreciamos su persona NOS RECUERDA ALGO O A ALGUIEN Y NOS INSPIRA PARA NOMBRALE DIFERENTE RESALTANDO ALGÚN DEFECTO DE SUYO.
No olvido aquella paciente de nombre MARÍA GUADALUPE AZUCENA DEL CARMEN, por lo que le pedí que me dijera cómo prefería que le llamara, a lo que respondió “LA CHATA” y tan solo cuestioné la razón y con franqueza me expresó: “es que mi abuela me lo puso porque mi nariz es chata y ya me acostumbré”.
¿Qué se refleja detrás del hábito de poner motes o sobrenombres a los demás?
¿Cuántas veces nos encontramos con personas que no toleramos o aún sin conocerles les prejuzgamos y terminamos rechazando?
AQUEL RASGO CON EL QUE NOS IDENTIFICAMOS Y NOS PROYECTAMOS.
O de otra forma
HACEMOS RESALTAR LOS DEFECTOS DEL OTRO(A) EN VOZ MUY ALTA PARA QUE NO LLEGUEN A LOS NUESTROS O A NUESTRO VACÍO.
Siendo la conducta final y común: INVENTARLES UN APODO (MOTE, SOBRENOMBRE, ESTIGMA).
¿Cuál es la repercusión socioantropológica de esta conducta tradicional?: ÉTICAMENTE
La relación de estigma se establece entre un individuo y un grupo con un conjunto de expectativas, papel de estigmatizador y estigmatizado
SOBRE LOS ESTIGMATIZADOS
Son personas rechazadas y devaluadas. Mismas que reciben discriminación, insultos, ataques e incluso asesinatos (¡haz patria, mata un chilango! 80’s), y aquellos que se perciben a sí mismos como miembros de un grupo estigmatizado (lo sean o no), EXPERIMENTAN ESTRÉS PSICOLÓGICO.
SOBRE EL ESTIGMATIZADOR Estigmatizar (marcar) a los demás teóricamente serviría a estas personas para mejorar su autoestima comparándose con los defectos del marcado, o de aquellas personas que parecen menos afortunadas creyendo mejorar así su bienestar mediante el desprecio a éstos.
LA INVITACIÓN DE HOY ES A RECONOCER QUE LA ESTIGMATIZACION PROVOCA DESHUMANIZACIÓN, AMENAZA Y AVERSIÓN AL OTRO Y NUESTRA PROPIA DESPERSONALIZACIÓN, EVIDENCIANDO NUESTRA DISCAPACIDAD DE AUTOESTIMA Y PARA RESPETAR LA DE LOS DEMAS
VIVIR CON TRANSPARENCIA Y AUTOACEPTACIÓN.