Héctor García Sanabria
Si de por sí, en la opinión de expertos, el estado de derecho que tenemos en México es débil; de concretarse las propuestas de quien habrá de encabezar el nuevo Gobierno federal, estaremos teniendo situaciones verdaderamente inéditas pero negativas, e indudablemente de consecuencias mucho más complicadas.
Resulta pues preocupante, que quien ha sido ya declarado oficialmente presidente electo, esté todavía como en campaña prometiendo a diestra y siniestra favores, que en un cabal estado de derecho y de una efectiva división de poderes, como corresponde en una república, podrían estar fuera de su competencia.
Un ejemplo reciente de esto que podría resultar un atentado más a nuestro estado de derecho es el caso de que, basado solamente en una carta que uno de los hijos del exgobernador de Quintana Roo le entregó solicitándole ayuda para la excarcelación de Mario Villanueva, tuvo como
reacción declarar ante los medios informativos que promoverá una ley de “amnistía a presos políticos”.
Esto de amnistiar no es nuevo en él, pues recordemos que durante su campaña, en reiteradas ocasiones habló sobre la conveniencia que ve para la “pacificación del país”, el de analizar formas de amnistía para integrantes del crimen organizado, lo cual generó polémica, pero no pasó de eso. Por lo que es posible que lo vuelva a replantear.
El “borrón y cuenta nueva” que prometió y que ya ha ratificado que sí se hará efectivo. Para que a los miles de tabasqueños que durante más de 20 años no le pagan a la Comisión Federal de Electricidad por el consumo de energía eléctrica, se les condone sus millonarias deudas. Hay que recordarle al lector que ese no pago fue parte de una “resistencia civil” a la que él incitó en 1995, cuando perdió las elecciones de gobernador en Tabasco.
La manga ancha que los de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, perciben tener con él en la Presidencia de la República también es fuente de erosión del estado de derecho que tenemos. Pues mientras sólo gozaban de su simpatía como opositores al régimen actual, sus violentas manifestaciones causaron muchos daños materiales, y más grave aún, el atraso escolar para millones de niños y jóvenes. Ahora hasta revientan actos del próximo secretario de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán.
Tirar la Reforma Educativa, la que de todas las reformas estructurales del actual régimen es la que más y mejores expectativas había estado generando durante su implementación; implementación que ha estado llena de dificultades, principalmente por la férrea resistencia que han opuesto los cacicazgos sindicales; es otro claro ejemplo de que no existe toda esa voluntad indispensable de respetar lo establecido en la ley.
Invitamos pues, a todos, a la reflexión serena. Para que todos, gobernantes y gobernados, nos sometamos invariable y permanentemente bajo el imperio de la ley. Y así, de esta manera, fortalecer nuestro estado de derecho.
¿Qué les parece?
Con sus propuestas de “borrón y cuenta nueva” y de amnistía a “presos políticos”, ese riesgo es latente y preocupante.