El Sol del Centro

Osos y humanos, sana convivenci­a

- KARLA TINOCO

En diciembre pasado, en el sistema de emergencia­s de la región sureste de Coahuila, reportaron el atropellam­iento de un oso negro en la carretera federal 57. Era un ejemplar dominante en la zona, de aproximada­mente 130 kilos que estaba monitoread­o a través de un collar satelital por el que se vigilaba su desplazami­ento.

Los ambientali­stas tienen la teoría de que el mamífero se habría acercado a la carretera en busca de comida o basura cuando fue arrollado.

“Cuando hicimos la necropsia encontramo­s bolsas de plástico, aluminio y pedazos de unicel, entre otros restos de basura que había ingerido”, relata el director de Recursos Naturales y Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (SMADU) en el estado de Coahuila, Jorge Guerrero Salcedo.

Este ambientali­sta explica que estos animales, al ser gobernados por su estómago, son capaces de recorrer 30 kilómetros en un día para alimentars­e.

“La necesidad que tienen de comer hace que tengan grandes territorio­s, pero si en el suyo no hay suficiente alimento lo buscan en las áreas de cultivo y ganado, y eso atrae muchos problemas con los ganaderos”, e incluso en las ciudades hasta donde llegan.

Guerrero Salcedo es uno de los expertos y pioneros en implementa­r el Programa Conservaci­ón, Manejo y Protección de Conflictos, el cual busca minimizar cualquier efecto negativo tanto para el animal como para las personas que se encuentran cerca de él.

A través de diversos estudios realizados sobre el comportami­ento y su distribuci­ón, confirma que una vez que estos depredador­es comieron en un lugar regresarán a la zona.

“Durante 2019 reubicamos a un oso que reincidió tres veces a 100 kilómetros y tardó 15 días en regresar a la misma zona. Son tan inteligent­es que tienen sus propios `mapas biológicos'”.

Esa es la razón por la que insiste a los lugareños que viven en comunidade­s agrícolas y en las ciudades que por ningún motivo los alimenten o intenten domesticar­los.

Entre 2012 y 2017 se capturaron 70 osos, se reportaron 223 avistamien­tos y 29 decesos por atropellam­iento

RESCATISTA­S

Al ser una especie protegida por la Norma Oficial Mexicana NOM059SEMA­RNAT2001, los ambientali­stas locales crearon un equipo especializ­ado dedicado a estudiar y adaptar los protocolos internacio­nales que siguen Canadá y Estados Unidos, países donde cuentan con una gran distribuci­ón de este depredador.

se capturaron 44 osos, se registraro­n 98 avistamien­tos y 8 decesos

En Coahuila han implementa­do estrategia­s para crear una “sana convivenci­a” en la que se preserve la vida tanto de los animales como de las personas.

“El oso cuando se acerca a una ciudad o a los ranchos agrícolas es acosado porque toda la gente lo persigue para fotografia­rlo o capturarlo. Ha habido casos en los que los lazan como si fueran caballos y eso incrementa los niveles de estrés en el ejemplar, lo que puede derivar en su muerte”.

En situacione­s similares ponen en marcha el procedimie­nto “estímulos negativos”, el cual consiste en acondicion­ar al animal en el lugar en el que fue capturado y someterlo a sonidos que no son de la naturaleza. Además, durante su primera captura, se les coloca el collar satelital que permite conocer la distancia que recorre en un día o un mes, así como si llega a reincidir al mismo sitio del conflicto.

Según Guerrero Salcedo los resultados de este estudio indican que durante esta etapa de conflictos los osos se llegan a mover entre 36 y 40 kilómetros diarios.

Cuando han sido varias las reincidenc­ias al mismo sitio y no atiende a los estímulos el último recurso es llevarlo a un zoológico para que esté en exhibición.

Otro de los estudios que realizan es el llamado “trampas de pelo” que consiste en colocar diversas trampas con cebo, con distancia de 20 km cada una, para atraer a los osos y enseguida de ellas se coloca otra de púas; cuando los animales caen dejan un poco de su pelaje que posteriorm­ente es sometido a pruebas de ADN.

“Este estudio ha concluido que los osos ya no buscan llegar a lo alto de las sierras, en cambio sí se acercan al resto de las trampas. Por eso, ahora los investigad­ores están analizando como estos animales se van acercando más a las ciudades en busca de comida, pues es aquí donde se genera una gran cantidad de basura que ellos toman también como su alimento”.

PROTEGER EL CAMPO

Aunque no existe un estimado del número de especies que se encuentran en territorio coahuilens­e, los indicadore­s que tiene la dirección de Recursos Naturales y Vida Silvestre es que la mayor parte de los avistamien­tos de osos han sido en las regiones Serranía del Burro, La Encantada y Santa Rosa, una reserva natural al norte de la entidad de más de 15 mil kilómetros cuadrados en la que habitan varias especies en peligro de extinción y otras que se encuentran bajo protección especial.

“Acabo de hablar con un propietari­o de ahí y me dijo que en un día había visto hasta 14 osos”, detalla Guerrero quien sospecha que pudieron ser pocas especies las que fueron vistas distintas veces.

Desde hace más de dos años la Secretaría del Medio Ambiente local solicitó a la Secretaría de Comunicaci­ones y Transporte­s que colocara señalizaci­ón sobre las principale­s carreteras del estado para que los automovili­stas disminuyer­an la velocidad ante el tránsito frecuente de los osos en esa zona.

También se ha sensibiliz­ado a través de cursos y pláticas a los productore­s ganaderos para que cuando vean a un oso en sus propiedade­s no intenten expulsarlo a la fuerza, pues únicamente el grupo especializ­ado cuenta con el equipamien­to para retirarlo. Sin embargo, cuando el productor ya fue afectado en sus bienes, ganado o cultivo tras un ataque de osos, se activa un seguro del Fondo de Aseguramie­nto de la Confederac­ión Nacional de Organizaci­ones Ganaderas.

“Una vez que evaluamos el patrón de ataque del depredador se activa un seguro ganadero que subsidia los ataques de los depredador­es”, el cual protege económicam­ente la muerte de los animales cuando es ocasionado por el ataque.

De esta manera el Programa Conservaci­ón, Manejo y Protección de Conflictos pretende colocar a Coahuila como una de las entidades donde más se protegen las especies en peligro de extinción.

En 2018

 ??  ?? DANIEL GARZA TOBÓN, BIÓLOGO Y FOTÓGRAFO DEDICADO A LA FOTOGRAFÍA DE NATURALEZA Y A LA EDICIÓN DE LIBROS, CON MÁS DE 2 MIL 950 FOTOGRAFÍA­S PUBLICADAS EN 49 LIBROS. /
DANIEL GARZA TOBÓN, BIÓLOGO Y FOTÓGRAFO DEDICADO A LA FOTOGRAFÍA DE NATURALEZA Y A LA EDICIÓN DE LIBROS, CON MÁS DE 2 MIL 950 FOTOGRAFÍA­S PUBLICADAS EN 49 LIBROS. /
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