Huérfanos de referentes
EL ÉXITO Y TRANSGREDIR LA LEY POR PARTE DE LOS NARCOS, PROVOCA ADMIRACIÓN EN LOS DEPORTISTAS
El escándalo se desató.
Julio César Cata Domínguez, jugador de Cruz Azul, hizo una fiesta de cumpleaños para su hijo con temática de apología al narcotráfico. En las imágenes difundidas, los niños que acudieron a la celebración aparecieron disfrazados de sicarios, con armas largas de juguetes y gorras alusivas al criminal Joaquín el Chapo Guzmán. Esto causó repudio, indignación y polémica en propios y extraños.
Surgió la duda: ¿Por qué los deportistas mexicanos admiran a los narcotraficantes? Domínguez no ha sido el único.
Personajes como el mítico boxeador Julio César Chávez, el beisbolista Roberto Osuna y, recientemente, los cruzazulinos Cata Domínguez y Norma Palafox han sido sólo algunos de los deportistas mexicanos de alto nivel que han estado envueltos en polémicas relacionadas a presuntos narcotraficantes en nuestro país.
Pero, ¿A qué se debe esta situación? Para el sociólogo y doctor en Estudios Latinoamericanos, José Miguel Candia, es algo que viene arraigado desde la falta de un “héroe moderno” en nuestra sociedad, hasta la exaltación de estas figuras en nuestra cultura que normalizan sus actividades.
“¿Quién es el gladiador moderno? ¿A quiénes admiramos? Hay un tema de sustitución que es muy peligroso. Como se van cayendo, no admiramos a los políticos o científicos, sino que estamos huérfanos de valores de referencia”, comentó Candia a ESTO.
Explicó que “el deportista comienza a seguir a gente del mundo de la actuación, de la farándula, o actores profesionales no solamente de los que salen en las novelas, sino de otro tipo”.
Para Candia, el decir que los deportistas son aficionados de los narcotraficantes no es la conclusión, sólo tienen “admiración y un tema cultural de reverencia, una exaltación de la figura del narco”, consecuencia de una serie de factores que desencadenan estos sentimientos, dijo el especialista.
“Estas figuras (los narcos) tienen dos condiciones que terminan seduciendo a quienes provienen de clases populares. Primero, son
Hay admiración. En este sentido, es muy importante y debe de ser motivo de reflexión, aunque sea un gran futbolista no deja de tener admiración por este gladiador moderno (narcotraficantes)”
JOSÉ MIGUEL CANDIA
SOCIÓLOGO
transgresores, increpan o violan la ley, se enfrentan a la autoridad, se enfrentan a las instituciones; dos, el éxito económico y la buena vida, que generan dinero para que puedan disfrutar de un montón de bienes materiales que son inalcanzables para cualquier muchacho trabajador de nuestro país”, describió Candia.
“Hay admiración. En este sentido es muy importante y debe ser motivo de reflexión, aunque sea un gran futbolista no deja de tener en su espacio cultural admiración por este gladiador moderno, que es en este caso un dirigente del narco, alguna estrella importante del mundo de los negocios vinculados al lavado del dinero del narco.”, agregó.
“Esta vinculación es muy difícil de manejar. Pensemos que muchos deportistas profesionales que son de clases populares se relacionan socialmente con ellos, bueno, es
muy difícil de manejar eso, en un mundo en el cual se ofrece dinero, se ofrece inversión, recordemos que el tema de las drogas no es solamente el consumo de ciertas sustancias a la que no tienen acceso la gente más humilde, no, es un mundo de hacer negocio, es muy difícil de separar”, afirmó el especialista al Diario de los Deportistas.
Como todo, existen excepciones, hay atletas que han sabido salir de esos núcleos de convivencia por darle prioridad a sus carreras en su disciplina. “Es muy difícil que ellos puedan cortar ese lazo. Conocemos los casos de boxeadores y jugadores de futbol profesional que han sabido interrumpir eso con oportunidades, pero es un mundo donde los desafíos son muy grandes.”