Malpass se despide del Banco Mundial
Dejará su cargo como presidente del organismo a finales de junio para buscar nuevos desafíos
El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass dejará a fines de junio su cargo al frente de la entidad internacional. “Habiendo hecho muchos progresos, y después de pensarlo mucho, he decidido buscar nuevos desafíos. Esta es una oportunidad para una transición de liderazgo fluida mientras el Grupo del Banco trabaja enfrentar los crecientes desafíos mundiales”, dijo Malpass, de 66 años, en un comunicado.
Durante su mandato, Malpass se enfrentó a crisis mundiales como la pandemia del Covid19 en 2020 y la invasión rusa de Ucrania en 2022.
El banco indicó que el presidente de la institución “respondió rápidamente” ante estos retos, en particular movilizando la cifra récord de 440 mil millones de dólares para responder a la pandemia.
”Bajo su liderazgo, el Grupo del Banco más que duplicó la financiación para enfrentar la crisis climática en los países en
DAVID MALPASS PRESIDENTE BM “Habiendo hecho muchos progresos, y después de pensarlo mucho, he decidido buscar nuevos desafíos”
desarrollo, alcanzando la cifra récord de 32 mil millones de dólares el año pasado”, añade el comunicado en referencia a la renuncia de Malpass.
No estaba claro de inmediato por qué Malpass, que fue nombrado por el expresidente estadounidense Donald Trump, se iría un año antes del final de un mandato de cinco años.
“Servir como presidente del Grupo del Banco Mundial ha sido un gran honor y privilegio para mí”, expresó Malpass.
Malpass asumió el timón del Banco Mundial en abril de 2019 tras haber sido el máximo responsable de asuntos internacionales del Tesoro de Estados Unidos en el Gobierno de Trump. El pasado otoño fue objeto de críticas por parte de la Casa Blanca tras negarse a decir que apoyaba el consenso científico sobre el calentamiento global. Más tarde se disculpó y reiteró su opinión de que la actividad humana contribuye al cambio climático.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, lanzó un importante impulso para reformar el funcionamiento del Banco Mundial con el fin de garantizar una concesión de préstamos más amplia para combatir el cambio climático y otros retos mundiales.