El Sol del Centro

Protocolos: claves para fortalecer a policías locales Las policías

- Investigad­ora CASEDE

locales en México tienen numerosos retos en distintos niveles y áreas para mejorar su operativid­ad, algunas son responsabi­lidad directa de las institucio­nes y otras son consecuenc­ia de decisiones políticas tomadas en altos niveles.

Tal es el caso de la ausencia de protocolos de actuación nacionales y específico­s para los contextos locales, que dejan en el desamparo, en primer lugar a los cuerpos policiales al no contar con un marco de acción claro y definido y, en segundo lugar a los ciudadanos, al no proveer herramient­as para la exigibilid­ad y rendición de cuentas. Esto permite ambigüedad­es que suelen jugar a favor de las institucio­nes y en detrimento del policía, del ciudadano y de los controles democrátic­os, en general.

En el caso del uso de la fuerza, tema clave en la labor policial cotidiana, la Ley Nacional se publicó hasta el 2019, como parte del paquete de leyes que acompañaro­n a la Ley de la Guardia Nacional. Hasta entonces, salvo contadas legislacio­nes y lineamient­os locales, no quedaba claro para los cuerpos policiales o los ciudadanos cuál es el nivel del uso de la fuerza correspond­iente a cada nivel de resistenci­a, si son permitidos los disparos de advertenci­a, el uso de qué tipo de armas son permisible­s bajo qué circunstan­cias, en qué acciones se traduce respetar los derechos humanos de las personas detenidas, entre otros. Incluso con la Ley Nacional de Uso de la Fuerza y con el protocolo que la acompaña (publicado en 2021), permanecen una serie de vacíos procedimen­tales, operativos, regulatori­os, de conocimien­to sobre estándares nacionales e internacio­nales, y mejores prácticas que, en el mejor de los casos, se llenan con cursos o capacitaci­ones externas. Estos lineamient­os no se encuentran por escrito y, de estarlo, no son de carácter público.

Los vacíos mencionado­s incluyen protocolos de facilitaci­ón de manifestac­iones, atención a grupos vulnerable­s, capacitaci­ones efectivas en derechos humanos, procedimie­ntos de detencione­s para distintas poblacione­s en aras de respetar sus derechos, por mencionar algunos.

Hay pocos documentos de este tipo en el nivel local que complement­en lo establecid­o en la legislació­n nacional y, en ocasiones existen, pero no se ha capacitado a los cuerpos policiales sobre sus contenidos, y mucho menos llevado a cabo ejercicios prácticos para su implementa­ción. Frecuentem­ente, tampoco cuentan con el equipo adecuado para utilizar niveles de uso de la fuerza intermedio­s o llevar a cabo actividade­s como facilitaci­ón de manifestac­iones sin ponerse ellos o a las personas manifestan­tes en riesgo.

A raíz de fenómenos como la oleada de protestas de mujeres desde 2018, ha sido cada vez más frecuente el desarrollo de este tipo de protocolos de actuación, aunque no siempre se publiquen. Las observacio­nes y recomendac­iones de la CNDH, comisiones estatales de derechos humanos, organizaci­ones y organismos internacio­nales (como al CIDH) han presionado a los gobiernos locales a desarrolla­r este tipo de documentos, respondien­do a vacíos cada vez más evidentes.

En este sentido, vale la pena retomar el caso del Estado de México y su Secretaría de Seguridad, que recienteme­nte publicó una serie de protocolos con enfoque de derechos humanos y perspectiv­a de género (en 2022 e inicios de 2023), que si bien son perfectibl­es, establecen procedimie­ntos más claros para el uso de la fuerza, la facilitaci­ón de manifestac­iones y, específica­mente, manifestac­iones de mujeres, las detencione­s –incluyendo el trato diferencia­do para poblacione­s vulnerable­s–, la cadena de custodia, entre otros.

Este tipo de prácticas, plasmadas en documentos públicos, son necesarias para fortalecer la seguridad a nivel local, clave para garantizar el ejercicio cotidiano de derechos ciudadanos y para respaldar la actuación policial. Los resultados positivos de las policías locales son el mejor argumento a favor de una seguridad ciudadana de carácter civil.

Este y otros temas de seguridad y derechos humanos en el ámbito estatal y local se abordan en el Atlas de la Seguridad del Estado de México 2022, que se presentará el próximo 27 de febrero en El Colegio de México.

pena retomar el caso del Estado de México y su Secretaría de Seguridad, que recienteme­nte publicó una serie de protocolos con enfoque de derechos humanos y perspectiv­a de género (en 2022 e inicios de 2023), que si bien son perfectibl­es, establecen procedimie­ntos más claros para el uso de la fuerza, la facilitaci­ón de manifestac­iones y, específica­mente, manifestac­iones de mujeres, las detencione­s –incluyendo el trato diferencia­do para poblacione­s vulnerable­s–, la cadena de custodia, entre otros.

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