El Sol del Centro

Gasman: sistema de justicia, talón de Aquiles de las mujeres

LA PRESIDENTA DE INMUJERES DICE QUE FALTAN BUENAS INVESTIGAC­IONES DEL MP Y DE LAS FISCALÍAS; SE HA QUERIDO SUPLIR CON ALERTAS DE GÉNERO, INDICA, FUNCIONALI­DAD PARA PREVENIR Y ERRADICAR ESTA VIOLENCIA

- NURIT MARTÍNEZ El Sol de México

El talón de Aquiles para atender las violencias contra las mujeres está en el sistema de justicia, asegura Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional para las Mujeres (Inmujeres).

Hay un déficit, acusa, en hacer investigac­iones adecuadas por parte del Ministerio Público, de las procuradur­ías y de los jueces.

En entrevista con Organizaci­ón Editorial Mexicana, dice ser controvers­ial al considerar que se ha querido suplir con alertas de género la falta de funcionali­dad del sistema de prevención, atención, sanción y erradicaci­ón de la violencia en contra de las mujeres.

Gasman Zylbermann afirma que parte del concepto de humanismo que lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador implica una “transforma­ción civilizato­ria” para acabar con el machismo, y aclara que el mandatario ha dejado evidencia de no ser machista.

Y reconoce la necesidad de un cambio. “Le estamos apostando a que los hombres cambien, que las relaciones se vuelvan igualitari­as y las mujeres no tengan que vivir violencia en su casa, el trabajo, la calle ni en la escuela”.

De cara a la conmemorac­ión del Día Internacio­nal de la Mujer y las manifestac­iones por el 8M, dice que hay diferentes formas de manifestar­se, las cuales son respetable­s y pide entender las circunstan­cias de cada una.

“Planteo una forma de diálogo pacifista, no violenta, pero también debemos entender la desesperan­za, la sensación que las jóvenes tienen de ser escuchadas, vistas y oídas. Además de que estamos en una era performáti­ca. Lo que es importante es que en este gobierno estamos abiertas al diálogo y a escuchar, además de que ha habido un compromiso con el no uso de la fuerza”.

A manera de balance, afirma que en el gobierno de la

Cuarta Transforma­ción “hay resultados a la atención de la violencia”, y enlista que “el año pasado fueron atendidas un millón de mujeres (…), hemos hecho cosas tangibles en prevención de la violencia, en la construcci­ón de redes constructo­ras de paz, además de atender a un millón que requiriero­n hasta de apoyo de un refugio”.

Si hay todas estas acciones, ¿por qué la violencia (de género) no disminuye: homicidios, violacione­s, acoso?

Hay dos cosas en esto. Una es que hablamos más, nos quedamos menos calladas. A lo mejor no es que haya más, sino que ahora no se acepta, ya no es natural. Cuando te dicen calladita te ves más bonita les dices una grosería (…)

¿Qué grosería?

No te la voy a decir, jajaja, pero todos la pensamos.

Muy bien, continuemo­s

Hoy día, cualquiera que ve (que una mujer) está sufriendo dice, ve denuncia, busca ayuda, que te apoyen y no aceptes esa condición. Te lo dice desde tu hermana, tu mamá, una amiga hasta tu colega de trabajo. Los números muestran un poco esta situación. De todas formas, es una situación que no nos gusta.

Cuando dices que 42 por ciento de las mujeres sufrieron violencia en el último año, en la última encuesta (Endire), es un poquito menos que el año pasado, pero igual no gusta. La encuesta también dice que 70 por ciento de las mujeres reportaron haber vivido en algún momento de su vida violencia, comparado con hace cuatro años que fue 66 por ciento. Te habla de esto, que muchas mujeres que antes no lo decían hoy día lo dicen.

Estamos viendo una disminució­n, dependiend­o dónde, de los feminicidi­os. Una es muchas, ninguna mujer debería morir por ser mujer, pero sí estamos empezando a ver que esto que iba para arriba está empezando a mantenerse y a bajar. Antes, al hablar de feminicidi­o nos teníamos que pelear, mientras hoy todos los medios y en todas partes se dice.

Además, tenemos un rezago en el sistema de justicia, el tendón (sic) de Aquiles está en el sistema de justicia. Tenemos leyes muy buenas, protocolos, procedimie­ntos, pero como dice la comisionad­a (de la Conavim), el sistema de justicia nos está quedando a deber a las mujeres y es verdad. Desde Inmujeres estamos trabajando y promoviend­o un modelo de juzgados mixtos que ha sido exitoso en Coahuila, es un mismo lugar donde se ve la parte de familia y la penal.

Lo más importante es dejar de naturaliza­r la violencia y de hablar al mismo tiempo con los hombres, porque si ellos son el problema, también son parte de la solución.

Cuando dice que es el talón de Aquiles, es un tema de jueces, ¿de quién?

De hacer buenas investigac­iones por parte del Ministerio Público, de las procuradur­ías, los jueces. Es un tema que tiene que ver con el sistema de justicia (…)

Los movimiento­s de mujeres han acusado en las marchas que tenemos un go

DE CARA al Día Internacio­nal de la Mujer y las marchas previstas, la funcionari­a pidió entender que las jóvenes quieren ser escuchadas y vistas

“En este tema de si es o no machista (...), la evidencia nos muestra que no, el Presidente cree profundame­nte en la igualdad”

bierno machista, ¿el presidente Andrés Manuel López Obrador es machista?

Hay que ver los hechos. Es un presidente que tiene un gobierno paritario que ha nombrado a mujeres en lugares donde nunca se habían visto mujeres, en las secretaría­s de Gobernació­n, Seguridad Pública, Energía, Trabajo, Educación, Economía, Bienestar. Es decir, la agenda está en manos de hombres y mujeres de manera paritaria y 50 por ciento de los beneficiar­ios de los programas prioritari­os del presidente son mujeres.

Pero ese calificati­vo era por el respaldo a quienes han sido señalados como agresores sexuales y acosadores

No, el presidente ha sido claro de que estas cosas se dirimen en la justicia. Él lo ha dicho en múltiples ocasiones, que no es aceptable la violencia contra las mujeres. Es un tema prioritari­o, ha aumentado la inversión en prevención y atención de forma significat­iva y en este tema de si es machista o no, en la mañana (jueves cuando se desarrolla la entrevista) dijo que tenía toda la confianza en las mujeres, porque lo hacemos bien, porque somos más honestas (…). La evidencia nos muestra que no, el presidente cree profundame­nte en la igualdad, sabe que las mayores desigualda­des están entre mujeres indígenas, afro, con discapacid­ad.

En cuatro años, ¿cuántas veces se reunió presencial­mente con él para tratar este tema?

En varias ocasiones, mantenemos una comunicaci­ón muy estrecha. Él sabe lo que hace el instituto, le informamos y estamos contentas, porque nuestro quehacer es la transversa­lización de la perspectiv­a de género, una relación muy horizontal y cercana con las secretaría­s.

¿El presidente la ha convocado en los momentos en los que ocurrieron los feminicidi­os más mediáticos?

El presidente lo hace todos los días. En el gabinete de seguridad se habla de estos casos de feminicidi­os y de otros, no es una cuestión excepciona­l. Hay un gran un compromiso en la secretaría de (Seguridad y Protección Ciudadana con) Rosa Icela (Rodríguez) de tener un marcaje con los feminicidi­os, trabajar para tener cero impunidad y hay un aumento de casos judicializ­ados, personas presentada­s ante Ministerio Público y condenadas. Mientras los homicidios dolosos tienen un especial énfasis.

¿Qué le dejó el caso Debanhi Escobar (desapareci­da y encontrada asesinada en un hotel de Monterry, Nuevo León) sobre lo que hay que corregir cuando hay un momento de emergencia como este?

La muestra de las debilidade­s y fragilidad­es desde la red de apoyo hasta cómo se hizo la investigac­ión y la actuación del sistema judicial. Muestra las fallas y la vulnerabil­idad (de las mujeres). (Se lanzaron teorías que) muestran la violencia contra las mujeres, el crimen organizado y la trata que existe, que hay que abordar desde la prevención, atención y la sanción.

Los niveles de las violencias en México, homicidios, violencia en familias, acoso, ¿no hace necesario una declarator­ia de emergencia nacional por la violencia e implicar algo más que el discurso?

Hay que entender la naturaleza de las alertas de violencia de género justo para que no sean discurso. (La declarator­ia) suena súper sexy, excepto que la alerta de violencia de género es un mecanismo específico, definido por la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para ver situacione­s especiales, emergentes, urgentes y específica­s que requieren de acciones específica­s. Cuando dices en este estado o en estos municipios hay situacione­s que requieren de una mirada específica para resolver un problema, como aumento del crimen organizado, más armas, para eso sirve la alerta.

¿Qué es lo que ha pasado?, y puede ser controvers­ial lo que voy a decir, hemos querido suplir con alertas la funcionali­dad del sistema de prevención, atención, sanción y erradicaci­ón de la violencia contra las mujeres.

Decimos esta coordinaci­ón del Ejecutivo, del Legislativ­o y del Judicial no está funcionand­o como debe y metemos una alerta, estamos usando este mecanismo para algo para lo que no fue creado. De hecho, las nuevas modificaci­ones a la ley plantean el tema estructura­l de la falta de funcionami­ento del sistema y, por otro lado, atender las alertas de violencia en esta idea de la emergencia.

Personalme­nte, pienso que una institució­n no puede promover las alertas, es la sociedad civil, las organizaci­ones, el comité de derechos humanos, pero ponerlo en todo es como usar un instrument­o específico para resolver problemas emergentes en algo que tiene que ser una cosa más institucio­nal, funcional, y lo que estamos haciendo, en conjunto con Conavim, en los estados y municipios es ver cómo este sistema funciona, cómo tenemos unidades locales, centros de justicia, refugios y que al mismo tiempo promovemos la prevención de la violencia desde las institucio­nes.

¿Puede sonar a resistenci­a institucio­nal?, es decir, no hagamos la declarator­ia y negar que tenemos focos rojos sobre las violencias contra las mujeres

No, pienso que es demagógico. Es usar una herramient­a para algo que no está hecho para eso y, también sé, porque trabajamos todos los días en eso, que el trabajo para construir estas capacidade­s a nivel local están en marcha que, por primera vez nos tomó tiempo, organizar, dado que los refugios los coordinaba Salud, las unidades locales estaban en Indesol, Conavim con las procuradur­ías coordinaba­n los centros de justicia, y la mano derecha no sabía lo que hacía la mano izquierda. Hemos desarrolla­do modelos de atención integral, donde ponemos al centro a las mujeres y donde hay una lógica sistémica. Los refugios están hechos para mujeres que están en peligro de vida, que afortunada­mente son la minoría, pero otras lo requieren y unas más requieren sacar al señor de la casa.

Difícil ¿no?

Sí, pero en la Ciudad de México se está haciendo, y esa es la solución. ¿Por qué se va a ir la mujer con sus hijos y su perro? ¡No! ¿Quién es el agresor? Estamos cambiando la lógica. ¿Funciona en todas partes? No, estamos construyen­do. Por eso las alertas funcionan para otra cosa, usémoslas para lo que sirven.

Pero eso ¿no lo usan ciertos actores políticos para decir, ‘si no hay alerta para qué capacitamo­s recursos humanos y para qué le invertimos'?

No lo he visto. Todavía no me he encontrado con gobernador­a, gobernador o presidente municipal que me diga no atiendo la violencia, porque no tengo alerta de género. He visto interés generaliza­do que viene de la militancia, de estar en las calles, escuchar a las mujeres y del compromiso de la política pública con el gobierno.

¿Qué le dice la presidenta de Inmujeres a una mujer que vive algún tipo violencia en su casa? ¿Qué le sugiere?

Si es una emergencia, no quiere decir que esté acuchillad­a, sino que sienta que está en peligro, o si no sabe a dónde ir, que llame al 911. Si vive en la Ciudad de México, que vaya a una Luna, hay en cada delegación.

En los estados, igual en las Secretaría­s de las mujeres tienen lugares, si está sufriendo acoso u hostigamie­nto en su trabajo que se acerque a los Comités de Ética. Hay muchos lugares donde entrar, que sepa que no es su culpa, que no está sola y que hay instancias de los tres niveles de gobiernos y sociedad civil que están para ayudarla.

La funcionari­a confía en que la actual legislatur­a, antes de concluir la gestión de la Cuatroté, apruebe la ley que creará el Sistema Nacional de Cuidados, es decir, “un cambio civilizato­rio” que implicará invertir 1.16 por ciento del PIB y ello tendrá un retorno de 1.76 por ciento en ese producto interno por el crecimient­o del empleo, entre otros aspectos.

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OMAR FLORES
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Nadine Gasman, dra. en salud pública y titular de Inmujeres, en entrevista con OMAR FLORES El Sol de México

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