Día Internacional de la Mujer… migrante
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer 2023, bajo los auspicios de la ONU, trae como tema “Hacia un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género”. Apliquémoslo de manera especial a un sector que se encuentra en una preocupante situación de vulnerabilidad, la mujer migrante.
Recordemos que de los cerca de ocho mil millones de personas que somos, alrededor de 280 millones son migrantes internacionales y de ellos casi la mitad (47.9 por ciento) son mujeres. Su presencia ha aumentado al verse obligadas a dejar sus países por la situacion en la que viven, en donde no es de extrañar el contexto de violencia sexual o la feminización de la pobreza. Su situación desafortunadamente no es mejor en los países de destino en que sufren fuertemente de una doble discriminación, por ser mujeres y migrantes, o bien por ser víctimas de malos tratos o de diversos ilícitos, y resulta mucho peor durante la travesía migratoria en que la mujer queda expuesta a una serie de violaciones a sus derechos humanos.
Del lado de la fuerza de trabajo, la participación de las mujeres migrantes ha ido en aumento, aun cuando si nos referimos al trabajo doméstico su presencia es mayoritaria. Un dato que llama la atención es que la participación de las mujeres migrantes en la fuerza de trabajo es superior a la de las mujeres no migrantes, por lo que puede afirmarse que un alto número de las mujeres que emigran terminan 1finalmente trabajando.
La migración no es ajena a las tecnologías de la información y de la comunicación (TICS). El desarrollo y uso vertiginoso de estas tecnologías en los últimos cinco años, incluido el periodo de pandemia, ha sido impactante. No es de extrañar, por tanto, que de cerca de ocho mil millones de personas en el mundo, más de cinco mil millones usan Internet y casi esa misma cantidad tiene un teléfono celular. Esto quiere decir que hay más personas conectadas por Internet y usando un teléfono celular que las que podrían tener acceso al agua, por ejemplo. Estamos, en consecuencia, en un mundo telemático en el que casi todo se hace mediante estas tecnologías.
Para empezar, las TICS le permiten a las personas en contexto de migración mantener una comunicación permanente y fluida con su país de origen, a través de redes sociales y familiares, creándose así un nuevo tipo de inclusión transnacional o espacios mediáticos diaspóricos. Las TICS, igualmente, pueden ayudar a las personas migrantes a buscar una mejor inclusión social en el país de destino.
Desafortunadamente, la existencia de diferentes brechas digitales impiden que las personas en contexto de migración, especialmente las mujeres, puedan utilizarlas completamente en su beneficio. La primera brecha digital, la del acceso, sigue siendo un desafìo muy importante, sobre todo en relación con las computadoras y los programas de formación virtuales, que son el medio más idóneo para lograr un buen desenvolvimiento profesional; de
En este día reiteramos lo importante que es la promoción de mecanismos efectivos de inclusión de la población migrante femenina en el uso de las tecnologías de información y comunicación.
igual manera, tener una buena conexión a Internet es realmente complejo.
Desafortunadamente, el solo acceso a las tecnologías de información y comunicación no erradica las desigualdades, ya que el uso de las herramientas tecnológicas requiere de conocimientos y aptitudes especiales, las cuales forman parte de una segunda brecha digital que es la de las habilidades. Finalmente, la tercera brecha digital aparece ante las dificultades propias para hacer que la tecnología mejore las opciones de vida de las personas ayudándolas a reducir la desigualdad social. Recuérdese que tanto los Objetivos de Desarrollo Social como el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular promueven el acceso y uso de las tecnologías para cerrar estas brechas digitales.
La inclusión digital de las mujeres migrantes debe ser una estrategia a seguir por todos los Estados y la sociedad en general, a efecto de evitar que las brechas digitales amplíen la desigualdad social en que se encuentran, o que continúen siendo víctimas de la discriminación y la exclusión social. La inclusión digital ofrece buenas oportunidades para mejorar las opciones de vida al acceder a mejores trabajos, mejores sueldos u obteniendo mejores ofertas educativas, ayudando todo esto a mejorar su inclusión social.
Hay buenas experiencias que deben fomentarse, como la de los colectivos de mujeres migrantes que participan en plataformas digitales capacitando vitualmente a más mujeres, lo que les ha permitido emprender negocios con éxito y conjuntar proyectos lidereados igualmente por mujeres.
A nivel personal y profesional, las tecnologías de información y comunicación deben permitir a las mujeres establecer intercambios frecuentes con sus familias de origen para evitar el aislamiento; tener acceso a la información, lo que es fundamental para el conocimiento de los derechos humanos que constituyen el núcleo de la Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, como la protección contra la discriminación, la protección contra el trabajo forzoso, la servidumbre y la esclavitud, y la protección contra la tortura, tratos y penas crueles, inhumanas y degradantes.