Ética para el mundo
Por qué debiéramos insistir que las sociedades modernas como la nuestra debe transitar a un modelo de convivencia colectiva más seguro, armónico, de paz, entendimiento y reconciliación, en el que sus integrantes pacten conducirse con bajo principios y valores éticos.
Desde la antigüedad, sociedades como Atenas, moral y ética tienen un uso de términos o conceptos equivalentes; los griegos, por ejemplo, se referían a la ética como todo aquello relativo a comportamientos de una colectividad, pero también a conductas individuales de sus integrantes, esencialmente a tienen que ver con las costumbres sean éstas, buenas o malas.
En ese orden de ideas, podría entenderse que lo que aquí y ahora es ético, allá y mañana no necesariamente lo será y a la inversa; es decir, lo que ayer fue verdad hoy se puede revelar como una mentira mañana.
Los griegos no hacían distinción entre ética y moral.
En términos genéricos debemos entender que la ética se refiere a todo tipo comportamientos, a conductas determinadas fundamentalmente por la costumbre y es porque a través del tiempo se construye moral o ética de una determinada colectividad; para Roger Pol Droit moral y ética no deben ser equivalentes ni usarse como sinónimo; sino en todo caso hacer una distinción de “ambos términos, <
Para Droit, entonces, la ética son normas en construcción. “en realidad cuando actuamos sin detenernos a pensar, cuando decimos rápidamente, sin devanarnos los sesos, también estamos ofreciendo un modelo de conducta a los demás. Incluso sin pensar, incluso sin quererlo, estamos construyendo una ética”.
Cuando se realizan conductas inmorales o no aceptables, incluso ilegales, tales como: robar, mentir, calumnias, desfiguros, trampas, fraude u otras, con dichas conductas se está diciendo que eso está bien y que todos lo debemos hacer.
Con la conducta se está sugiriendo u ofreciendo un modelo a la humanidad. Nuestras actuaciones, son conductas, no solo para nosotros, sino las decimos para todo el que nos observan.
Así las cosas, significa entonces que, los referentes nacionales en cualesquiera de los sectores de la sociedad que representen deben actuar a partir de modelos éticos. Indudablemente ellos son modelo de ejemplo a seguir.
Ante un escenario confuso, nuestra sociedad vive un punto de inflexión por conductas inapropiadas de personajes con algún referente de comportamiento erróneos mediante engaños, de confrontación o polarización,
denigración, calumnia, denostación o mentira; dichas conductas abonan a la descomposición del tejido social, al encono y/o divisionismo social que nadie conviene.
Cuando ese alguien hace trampa, está diciendo: hay que hacer trampa. Cuando alguien polariza, esta diciendo: hay que polarizar. Cuando alguien calumnia, esta diciendo: hay que calumniar. Ese… ¡por supuesto, no es el modelo de ética que merecemos!
Ética es preocuparse por otros, por su existencia, por su presencia y las innumerables relaciones que pudieran surgir de ellas y las de uno mismo, esto es lo que puede representar el punto de partida de un modelo conveniente de ética para nuestra sociedad.
La ética como lo señala Droit debemos aplicarla o bien entenderla así: “<
El concepto de ética sugerido por RogerPol en su obra “LA ETICA EXPLICADA A TODO EL MUNDO” se refiere a “saber que debemos decir”, “saber en nombre de que vamos a tomar una decisión”, “saber cuáles son los valores que se tomaran en cuenta”, “saber qué criterios rigen en la decisión”.
Los modelos de ética construyen o deconstruyen sociedades, sucede a partir del actuar de los referentes activos en contextos políticos, económicos, sociales, culturales o artísticos: si dicen la verdad (honestos), si son probos, si actúan con rectitud, si son responsables, si son buenos ciudadanos, contribuyen a respetar la dignidad humana, sino humillan, ni maltratan entonces nos encontraremos en los supuestos necesarios e inseparables de la ética.
Los agentes, indistintamente al sector al que pertenezcamos, tenemos un reto…construir un modelo de ética bajo los principios o valores éticos, solo necesitamos dos ingredientes: colaboración y voluntad.