Bukele dobla las manos ante la Corte
“Fue una herida mortal a la democracia, y cuyos efectos los vamos a ver pronto”, aseguró el analista Carlos Carcach
SAN SALVADOR. El Salvador vivió una jornada de aparente calma después de que el presidente, Nayib Bukele, asegurara que acatará las medidas cautelares impuestas por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para respetar la separación de poderes tras la entrada el domingo del mandatario en el Congreso escoltado por el ejército.
“Aunque no compartamos lo resuelto por la Sala de lo Constitucional (...) acataremos la orden emanada”, dijo Presidencia y el Consejo de ministros en un comunicado.
El domingo, al ver frustrada una convocatoria de sesión extraordinaria invocando un artículo de la Constitución, Bukele dio un plazo de una semana a la Asamblea para aprobar un préstamo de 109 millones de dólares para equipar al ejército y policía.
Antes de dar el ultimátum, el mandatario ingresó a la sede del Congreso rodeado de policías y soldados del Ejército que portaban chalecos antibalas y fusiles de asalto.
La Corte Suprema de Justicia ordenó el lunes a Bukele que “se abstenga de hacer uso de la Fuerza Armada en actividades contrarias a los fines constitucionalmente establecidos y poner en riesgo la forma de gobierno republicano y representativo, y de manera particular la separación de poderes”.
Además, el máximo tribunal dejó sin efecto la convocatoria para una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa que había realizado el Consejo de Ministros.
El Gobierno de El Salvador señaló mediante un comunicado que acatará la medida cautelar de abstenerse de usar el Ejército en actividades que pongan en riesgo al país.
Según el comunicado de la Presidencia, el Poder Ejecutivo se ha mostrado “en todo momento, respetuoso del principio de separación de poderes”, pero lamentó que las restricciones de los jueces “podrían dificultar el efectivo trabajo de este Gobierno”.