GELATINA DE FRUTOS ROJOS
A un año de la muerte de José José, las plataformas digitales más importantes de música registran millones de reproducciones de sus famosos temas
INGREDIENTES:
- 1 sobre de gelatina de frambuesa - 2 tazas de agua hirviendo - 1 ½ tazas de agua fría - 3 tazas de frutos rojos
Hace un año las calles de la colonia Clavería en la Ciudad de México se llenaron de cantos e imágenes de José José. El Príncipe de la canción falleció en Miami, tenía 71 años. Obligado por sus malestares físicos permanecía semiretirado en una casa de descanso, donde vivía solo.
Al enterarse de la noticia, sus seguidores se dirigieron a Garibaldi y al Parque de la China, ubicado en la colonia Clavería, donde se encuentra una estatua en su honor y que algunos fans a través de la plataforma Change.org han pedido cambiar el nombre para convertirlo en Parque José José.
Un día después de su deceso, la música del Príncipe de la canción aumentó sus streamings en un 900 por ciento, en comparación con los datos de la semana previa. Según Spotify, 500 mil jóvenes entre 18 y 24 años descubrieron la música del cantante a partir de este día y para el cierre de 2019 un millón 800 mil personas lo habían escuchado por primera vez.
El Príncipe de la canción se ha mantenido como uno de los más escuchados en la plataforma desde entonces. De acuerdo con la empresa, el cantante supera los cuatro millones 800 mil oyentes al mes, más del doble de los que cuenta Camilo Sesto, quien falleciera 20 días antes.
México es el país donde más se reproduce su música, por delante de Estados Unidos, Chile, Perú y Argentina que completan el listado. El triste es la canción más escuchada, con cerca de 95 millones de reproducciones. Atrás le sigue El amar y el querer, con 65 millones, y Gavilán o paloma, superando las 56 millones de reproducciones.
Para conmemorar su primer aniversario luctuoso, Sony Music lanzó el álbum José por siempre José, una colección de 16 temas regrabados por el productor e ingeniero de sonido, Armando Ávila, quien reconstruyó las partituras originales a partir de los instrumentos que dieron forma a los temas, para realizar una versión con mayor definición de canciones como Payaso, Lo pasado, pasado, La nave del olvido y Almohada.
SU ALIADA Y AMIGA
Una de las personas que más cerca estuvieron del cantante en los últimos años de su vida fue Laura Núñez, quien de fan declarada, se convirtió en su asistente y hasta en su cuidadora.
Laura trabajó y convivió con el cantante de 2001 hasta 2019, cuando gracias a la atención médica salía adelante del cáncer, hasta que su hija Sara Sosa decidió llevárselo a Miami, donde fue internado en una casa de asistencia y se alejó no sólo de Laura, también de sus hijos mayores José Joel y Marysol. Durante 19 años, Núñez se
La canción
El triste es la más escuchada con cerca de 95 millones de reproducciones. Le sigue El amar y el querer, con 65 millones
convirtió en una persona cercana a José José, pero su admiración por él inició cuando era una niña y fue heredada por su familia.
“En casa escuchaba a José José a través de mis hermanas. A mis 10 años conocí sus canciones. En la secundaria, fui de las que me iba de pinta por irlo abuscar. Me enteré por la radio que iba estar en el centro nocturno El Patio y llegué con suerte, llevaba mi disco Secretos. Él, iba llegando y que me lo firma, con el plus que también accedí a su ensayo. Él sabía que no podía verlo en su temporada por ser menor de edad y me dice: ‘¡Pásale!’. Luego me preguntó si tenía una canción favorita, yo le contesté Una mañana y la cantó, después interpretó otras que escuché por cerca de tres horas, las que fueron más imponrtantes de mi vida de adolescente”.
Así era José José, amable y noble con su público, reitera Laura en entrevista con
El Sol de México, quien se daba su tiempo para ir a las firmas de autógrafos en el lanzamiento de sus producciones o cuando arribaba al aeropuerto de la Ciudad de México, era de las primeras en estar a su lado en sus conciertos.
Ella siguió la carrera de Comunicación, trabajó con la Sonora Santanera cuando estaba Silvestre Mercado, ahí duró varios años, pero con el fallecimiento del músico se reestructuró la plantilla de colaboradores y ella salió. José José ya sabía de su existencia y un día le dijo: “Cuando me necesites para trabajar no dudes en llamarme a mi oficina y te incorporas a mi equipo”.
La confianza que le tenía El príncipe se la ganó con lealtad. “Yo sabía que José José había ingresado a la Universidad de las Adicciones en Minnesota, Estados Unidos; era año 1993. También sabía dónde estaba el escuadrón de la muerte, el grupo con el que vivió en la calle y con el que se perdió en las adicciones. Jamás dije nada, ni mucho menos vendí información. Creo que mi actitud fue la correcta. “José estaba muy mal desde 1991, él se rehabilitó en 1993, dos años se la pasó muy mal. La gente hablaba de él, sin saber a ciencia cierta su paradero. Yo sí sabía dónde estaba, él se dio cuenta de mi amistad, me agradeció mucho que no hablara sobre el tema”, recuerda Núñez.
Pocas son las personas, dice Laura, que tienen el gran corazón que tenía José José, “Era la misma persona como hombre, padre, esposo, artista y como amigo".