Cancelan reservaciones
Prestadores de servicios que se dedican al avistamiento de la ballena gris en las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio, estiman una pérdida del 40% en el número de turistas, esta tendencia se atribuye sobre todo al temor que tienen los ciudadanos europeos de verse contagiados de Covid-19, incluso refieren que ya empezaron a darse algunas cancelaciones
A 60 días de que inicie la temporada, prestadores de servicios turísticos de las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio que se dedican al avistamiento de la ballena gris anticipan una baja en la llegada de visitantes extranjeros particularmente de europeos, que por temor a contagios de Covid-19 o por restricciones de viaje en sus países están cancelando sus paseos al extranjero.
Ángeles López y Abel Morán, operadores de servicios turísticos en esos santuarios balleneros ubicados en la Reserva de la Biosfera de Vizcaíno, señalaron que las expectativas son de llegar a un 60 por ciento en el número de visitantes, en su mayoría turistas extranjeros y en menor medida norteamericanos.
Anunciaron que aun y cuando la Coepris no ha emitido los lineamientos sanitarios para la operación del avistamiento de ballena gris, desde ahora se están preparando para trabajar con un 50 por ciento de ocupación en las lanchas, es decir con solo 6 a bordo, contra los 12 de temporadas normales y en lanchas de 26 pies, muy espaciosas y con la garantía de la sana distancia.
Hasta ahora, las reservaciones están fluyendo de manera muy lenta, aunque en base a la experiencia de años anteriores, se sabe que una gran parte de los visitantes llega son previa contratación o lo hace los días previos a su llegada.
En temporadas anteriores y hasta antes dela pandemia, la mayoría de los turistas llegaba vía aérea por La Paz, Los Cabos, Guerrero Negro y Loreto, y un porcentaje significativo vía terrestre procedente de Estados Unidos.
Aunado a las preocupaciones que genera la emergencia sanitaria, los prestadores de servicios turísticos se enfrentan también a la incertidumbre por los efectos del cambio climático que en esta región ha provocado el varamiento y muerte de decenas de lobos marinos y recientemente la de una ballena beluga en Laguna Ojo de Liebre, una especie que no tiene presencia en esas latitudes, y cuyo hábitat es el Polo norte.