El subcomandante cumple 64 años
El líder guerrillero del EZLN, Rafael Sebastián Guillén, nació en una familia acomodada de Tampico, donde se acercó a la realidad de las personas marginadas del país
TAMPICO. Marcos, el personaje de discurso elocuente que con una máscara de estambre gritó al mundo el reclamo de justicia por parte de los indígenas de México, no nació pobre en una selva, Rafael Sebastián Guillén Vicente surgió de una familia de clase media alta en medio de un clima caluroso en la tierra huasteca del puerto de Tampico.
El subcomandante tampiqueño, hombre blanco, armado y vestido como un militar rudimentario, emergió entre la sorpresa y la confusión cuando el primero de enero de 1994 los mexicanos despertaron con la noticia de que en Chiapas un grupo denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se había levantado en armas contra el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Este 19 de junio Sebastián Guillén cumple 64 años, su domicilio familiar está en la colonia Petrolera, un sector residencial de Tampico. Es el cuarto de ocho hijos del matrimonio conformado por María del Socorro Vicente y Alfonso Guillén, quienes eran propietarios de la Mueblerías Guillén, conocida en Tampico como “la del crédito humanitario”.
Los que lo recuerdan narran que Rafael nació en la antigua Beneficencia Española, la que está cerca de la avenida Hidalgo. Siempre fue valiente y unido, como lo demuestra una fotografía en poder de El Sol de Tampico, donde un pequeño Rafa posa junto con sus hermanos bajo la sombra de un enorme árbol. Se formó en colegios particulares como el Félix de Jesús Rouger y el Instituto Cultural Tampico, este último una institución jesuita que, aseguran, dejó una profunda huella en él.
Los pasos del guerrillero zapatista iniciaron en la colonia Pescadores, un sector marginado situado a unos tres kilómetros de la zona centro de Tampico, a un lado de la laguna Chairel, donde por parte del Instituto Cultural fue llevado a hacer servicio comunitario en varias ocasiones.
Max Appedole, también compañero de Rafael coincide que el convivir con la gente de este lugar los acercó a la realidad de muchas familias mexicanas.
“Ahí iniciamos el proyecto de hacer una huella, una huella pequeña pero grande para nosotros y se hizo una pequeña capilla y programas para ayudar a las personas de esa zona. Ahí participábamos varios, bastantes compañeros y ahí estaba Rafael que era muy entusiasta en eso, le gustaba mucho y dedicó el resto de su vida a seguir en ese camino”.
Más tarde los caminos de los jóvenes se separaron, Rafael Guillén Vicente decidió migrar de Tampico para estudiar Filosofía en la UNAM y algunos de sus amigos volvieron a pensar en él cuando en televisión observaron al elocuente y divertido guerrillero zapatista que declaraba la guerra al gobierno federal. Les era familiar, cercano, se parecía a Rafael.
EL REGRESO
El 25 de noviembre del 2006 Guillén regresaría a Tampico, ya como el subcomandante Marcos, en el contexto de la gira “La Otra Campaña” en la que delegados del EZLN recorrieron el país.
Roberto León tenía una encomienda: guiar al guerrillero desde Ciudad Victoria a Tampico, acompañado de la activista, Ana María Vera Smith.
El tercer punto de esta gira inédita, como lo publicó El Sol de Tampico, el 26 de noviembre del 2006, fue la Plaza de la Libertad, donde ante más de 300 personas, Marcos lanzó un duro mensaje, en el que le pedía a la gente que se rebelará en contra del mal gobierno, "que así le llamaba él, no les pedía las armas como hicieron ellos en Chiapas, pero sí rebelarse en lo político”.
En enero de 1994 apareció en Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el cual se levantó en armas contra el gobierno “Rafael era muy entusiasta... dedicó el resto de su vida a seguir en ese camino”
MAX APPEDOLE COMPAÑERO DE RAFAEL