Conozca la leyenda del tesoro en El Coromuel
Hay historias que giran alrededor de esta playa; una de ellas es que zarpaban piratas como Cronmwell
Una de las playas más emblemáticas y populares del estado de Baja california Sur y que se encuentra en la ciudad de La Paz, sin duda alguna es la del Coromuel que hasta la fecha sigue siendo lugar de reuniones y de citas para disfrutar de la maravillosa vista que tiene el mar Bermejo, ya que cuando cae el sol es como si el mar cobrara vida y se abriera un cofre de tesoro, por su brillo y enigma. Pero la belleza del lugar también ha sido motivo de leyendas e historias que han pasado de generación en generación para seguir fascinando hasta a los más exceptivos. Gilberto Ortega quien es egresado de la carrera de Filosofía de la Universidad Autónoma de Baja California Sur y que es un amante de lo paranormal, que a su vez ha realizado miles de investigaciones alrededor de lo que se dice y se cuenta, nuevamente nos ha abierto la caja de pandora para que se saquen las conclusiones sobre el Tesoro Escondido del Coromuel.
Hay que recalcar que la historia hace mucha referencia a los piratas que llegaban provenientes de otras partes del mundo como Asía, Europa y algunos puertos de la república mexicana como Acapulco, donde el cargamento robado (tesoros) tenían que ser enterrados para que no fueran robados y solo ellos tener
La historia refuerier que piratas que llegaban provenientes de otras partes del mundo como Asía, Europa y algunos puertos de la república como Acapulco, donde el cargamento robado (tesoros) tenían que ser enterrados las coordenadas ya sea en papel o en su mente para posteriormente poderlos recuperar. Uno de los piratas más temidos del Golfo era Cronmwell que ya había zarpado varias veces y conocía a el sitio como la palma de su mano, pues recordemos que los pobladores cada vez que veían llegar la embarcación exclamaban “Ya llegó el Coromuel” pues estos mismos no sabían su nombre y era así como lo apodaban, pues su halo de misterio siempre era sinónimo de habladurías y de admiración ya que se dice que las visitas no eran fortuitas sino mas bien para esconder todo aquello que se había ganado a base de respeto y fuerza bruta pues los costales de oro, piedras preciosas y de monedas eran su vida.