PAN: oposición descompuesta
Cordero lance una propuesta de reforma político-electoral pese a que durante el gobierno de Calderón el PAN mostrara poco entusiasmo para conseguir los cambios legislativos que ahora le entusiasman. La propuesta de Calderón estaba elaborada para fortalecer al Poder Ejecutivo y en consecuencia para dotar de mayores herramientas al partido en el poder. Olvidaban las dificultades que enfrentaban como oposición e ignoraban las posibilidades de que la alternancia los pusiera de nuevo en ese lugar. Sumemos a ello que cuando tuvieron oportunidad de blindar los programas sociales para evitar su uso electorero, pareció no convenirles. Madero acusa a Cordero de que aun firmando la reforma política que él había propuesto, lanzó sin dar aviso una agenda de 30 puntos a discutir que no coincide necesariamente con la que el PAN ya había aprobado. Así que parece que no hay consenso sobre cómo imaginan los panistas que debe reconstruirse el sistema político-electoral.
Con esta trifulca, que levanta tanto polvo, se hace menos visible la anunciada persecución contra César Nava, ex dirigente del PAN, quien ha sido acusado de impedir que Pemex cobrara varias cartas de crédito por 102.8 millones de dólares. Para los legisladores del PRI, con la denuncia interpuesta por Pemex, Nava Vázquez habría participado en un acto de corrupción que derivó en una afectación patrimonial y financiera contra la paraestatal. Así que pretenden dar seguimiento al caso desde la Cámara de Senadores para que la información sea entregada por el director de Pemex, Emilio Lozoya, y el encargado de despacho de la Secretaría del Función Pública.
Los retos vienen fuertes para el PAN, ya que tiene que reacomodarse internamente, para lo cual la conversación a puerta cerrada entre Cordero y Preciado puede ser un buen comienzo. Deberá, además, curar sus síntomas endógenos de conflicto, en donde las disputas parecen alcanzar hasta al ex presidente Calderón y no deben perder de vista los golpes que pueden arremeterles desde fuera.
El PRI llegó fuerte y la división explícita de sus oponentes lo tonifica más. Por lo pronto vienen las elecciones en 14 estados y al menos el PAN y el PRD competirán en coaliciones totales o parciales en ocho: Baja California, Oaxaca, Puebla, Aguascalientes, Sinaloa, Zacatecas, Coahuila y Durango, y en alianzas de facto en Veracruz y Quintana Roo. En los cuatro procesos restantes contenderán por separado: Chihuahua, Hidalgo, Tamaulipas y Tlaxcala. Habrá que ver qué tan sólidas resultan esas alianzas y qué tipo de oposición pueden generar con sus estructuras internas totalmente dislocadas.
@maiteazuela Analista política y activista ciudadana