DE LA POBREZA EN CHIAPAS A LA FAMA EN CANNES
Rodolfo Domínguez protagoniza filme que ganó el premio Guillo Pontecorvo ayer
La jaula de oro,
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.— Originario de uno de los municipios más pobres del país, pero heredero de una gran riqueza cultural, Rodolfo Domínguez fue electo como el coprotagonista de la película La jaula de oro, galardonada con el premio Guillo Pontecorvo, en el Festival de Cannes, Francia.
Dirigida por Diego Quemada-Diez, la película ganó el premio que otorga el Instituto Internacional para el Cine y el Audiovisual de los Países Latinos. La jaula de oro retrata el viaje de tres niños guatemaltecos en su periplo hacia Estados Unidos en el tren conocido com La Bestia , un viaje cargado de esperanzas pero en el que también conocerán el dolor.
Mientras la película es premiada en Cannes, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Enrique Pérez López recuerda que el cineasta Diego Quemada Diez le pidió que como director del Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígena, lo apoyara con la elección del elenco.
Ello, para encontrar al indígena que personificara a los miles de jóvenes que como él que abordan La Bestia en
REAL. El niño indígena Rodolfo Domínguez, protagonista del filme, vive en Chalchihuitán, municipio marginado de los Altos
búsqueda del sueño americano y que en esta cinta son tres, de distintos orígenes, los que corren la aventura. “Fueron como 3 mil indígenas, procedentes de las etnias chol, tzotzil, tzeltal y tojolabal, los que hicieron la prueba para buscar al elegido”, dice.
Agrega que Domínguez, originario de uno de los municipios más pobres de los altos de Chiapas, Chalchihuitán, fue escogido no solamente porque posee esa mirada transparente de los indígenas, sino que tiene la capacidad de asombrarse por lo desconocido.
“Él me dijo cuando terminó de grabar que ahora se daba cuenta de que las películas son historias nada más, que hay quienes actúan y desempeñan un papel, pero es pura actuación” , recuerda Pérez López.
La jaula de oro se exhibe en Cannes dentro de la sección Una Cierta Mirada y aspira además a la Cámara de Oro, el galardón que premia las óperas primas en el certamen francés y que se entrega hoy. En la argumentación del premio Guillo Pontecorvo se destaca a Quemada-Diez como “promesa hispano-mexicana” que “elige contar con compromiso social, vigor narrativo y una gran frescura cinematográfica la historia atemporal de un joven grupo de inmigrantes”.
El premio Gillo Pontecorvo ( La batalla de Argel) se otorga en honor al director, quien siempre se destacó por hacer un cine socialmente muy comprometido.
El director del Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indigena, Enrique Pérez López, explica cómo Rodolfo es heredero de esa cosmovisión de los indígenas de asombrarse ante aquello que no forma parte de su cultura, de pensar que hay mucho de magia detrás de esas cosas que parecen fantásticas.
Recuerda también que esa cosmovisión de los indígenas fue un elemento esencial para la elección de Rodolfo, que fue capaz de mostrar un verdadero compañerismo y sentido de solidaridad durante las escenas que se grabaron a bordo de La Bestia, las cuales requerían que se mostrara el compartimiento de los migrantes para afrontar el sufrimiento del viaje.
“Para nosotros los indígenas (Enrique es originario de Chenalhó, municipio vecino de Chalchihuitán), el triunfo de la película es importante porque muestra que también somos capaces de desarrollar otras actividades, como la actuación”, recalca.
Al referirse a los orígenes de Rodolfo, recuerda que los papás se dedican a la agricultura, pero el padre es un músico tradicional.