Yuri Herrera explora el poder de la palabra y la soledad
En el libro “La transmigración de los cuerpos”, el narrador cuenta la historia de El Alfaqueque
La literatura de Yuri Herrera cada vez es más sólida, más frontal y más reveladora. Cada nuevo libro lo confirma como una de las voces narrativas más atractivas del panorama literario mexicano y latinoamericano, así lo muestra La transmigración de los cuerpos, su nueva novela que es protagonizada por El Alfaqueque, una suerte de ángel sin espada que conoce el poder de la palabra.
Si en Trabajos del reino Yuri Herrera aborda la relación entre dos personajes, y en Señales que precederán al fin del mundo, tiene como núcleo el viaje, en este nuevo libro el núcleo de la historia es una atmósfera: una epidemia paraliza al país, en medio de eso Alfaqueque se encuentra con la mujer deseada y sortea un nuevo reto como “mediador” de problemas que nadie más querría arreglar.
El escritor nacido en Actopan, Hidalgo, en 1970, que ha publicado sus tres novelas en España, en la editorial Periférica, tiene siempre claro que cada uno de estos libros tiene núcleos distintos “y a partir de ahí voy sacando ciertas preocupaciones mías y voy buscando maneras de hablar de ciertos problemas actuales que a mí me preocupan”.
Ha emprendido nuevas búsquedas y es posible que en este libro, La transmigración de los cuerpos, dad; su personaje es un hombre sólo pero con gran habilidad verbal que le ayuda a sobrevivir y le permite ver todo lo que trae dentro.
“Por un lado es la soledad que te provoca el aislamiento, pero por otra lado es la sole- dad que implica lo que tú traes en la conciencia, uno siempre está solo con su conciencia y también está la locura que puede sacar la soledad”, señala el novelista que dicta cátedra en la Universidad de Tulane, Nueva Orleans.
Es la historia de un hombre que lo último que quiere es salir de su encierro, a veces se encuentra paralizado por el miedo, pero no es el miedo a lo que sabe que está ahí, sino el miedo a lo que sospecha y a lo que imagina, un tipo de miedo que para Yuri Herrera es el “que envenena mucho peor el espíritu y es algo con lo que él tiene que lidiar”.
“De algún modo lo que a él le permite sobrevivir y hacer su trabajo, son esos fantasmas que lo acechan y que vienen de la confrontación con su conciencia, con lo que hecho y no ha hecho en el pasado”, agrega.
A Yuri Herrera le interesan las historias que parecen situarse en la marginalidad, en la periferia, así ha publicado cuentos, artículos, crónicas y ensayos en periódicos y revistas en Estados Unidos, España y Latinoamérica. Desde allí escribe sus novelas.
“Pienso que ciertas historias que nosotros llamamos marginales son historias que vale la pena revisar y contar porque ahí encontramos algo que en realidad no está en los márgenes sino en el núcleo del problema.