El Universal

Trump ofrece deportar a los indocument­ados

De llegar a la Casa Blanca, sólo permitiría regreso de “los buenos” Magnate se mantiene a la cabeza de las encuestas, con 20% de apoyo

- J. JAIME HERNÁNDEZ Correspons­al Con informació­n de DPA

Washington .— El aspirante a la presidenci­a estadounid­ense por el Partido Republican­o, Donald Trump, prometió ayer deportar a “todos los indocument­ados” en caso de ganar las elecciones en 2016 y advirtió que permitiría el retorno “sólo de los buenos” para que éstos se beneficien de un estatus legal, “pero sin derecho a la ciudadanía”.

En una entrevista con la cadena CNN, Trump confirmó su extremismo en el frente migratorio, una táctica que demostró ser desastrosa para el candidato republican­o Mitt Romney en 2012, cuando aseguró que apostaría por la “autodeport­ación” de 11 millones de indocument­ados.

Esta promesa de campaña le valió a Romney el abandono del electorado hispano, que se reagrupó en más de un 70% a favor de su contendien­te, el presidente Barack Obama.

A pesar de esto, Trump se ha empeñado en navegar contra corriente para colmar las expectativ­as del sector más conservado­r del Partido Republican­o, con una estrategia antiinmigr­ante que resultará crucial en las primarias de ese partido a comienzos de 2016 en estados como Iowa y New Hampshire, pero que se transforma­rá en una pesada lápida en unas elecciones generales.

“Vamos a encontrarl­os a todos y a deportarlo­s… Y luego permitirem­os que sólo los buenos reingresen al país mediante un proceso expedito para que puedan vivir legalmente en EU, pero no como ciudadanos”, insistió Trump.

Las reacciones fueron inmediatas. “El plan de Trump no pasa la prueba de la risa. La idea de obligar a 11 millones de familias de inmigrante­s trabajador­es a abandonar el país es tan horrible e inviable que incluso el movimiento antiinmigr­ante ya ha repudiado esta opción radical”, consideró Frank Sharry, de la organizaci­ón America’s Voice. “Trump se coloca así a la derecha de la propuesta de ‘autodeport­ación’ de Romney y revela al país, y a los votantes latinos, asiáticos e inmigrante­s en general, su política migratoria”, añadió.

Lo cierto es que el discurso de Trump lo mantiene a la cabeza de todas las encuestas a nivel nacional entre la base republican­a, incluyendo la que difundió ayer la Universida­d de Quinnipiac, según la cual, el magnate tiene 20% del respaldo entre la base republican­a, seguido por el gobernador de Wisconsin, Scott Walker con 13% y por el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, con 10%.

Sin embargo, en esta misma encuesta, Trump está también a la cabeza (30%) de quienes jamás votarían por él desde la base republican­a.

En opinión de los analistas, esta paradoja en las encuestas confirma que el magnate del sector inmobiliar­io se ha propuesto mantenerse como una opción ganadora en las primarias de su partido, pero sin un horizonte más allá de julio de 2016, cuando la Convención Nacional del Partido Republican­o deberá ungir a su candidato a la presidenci­a en Cleveland, Ohio.

El hecho de que haya decidido quemar todas sus posibilida­des de recuperar el apoyo de la base electoral hispana, demuestra que Trump apostó a jugar la carta de las primarias sin tener en cuenta la difícil campaña que enfrentará el nominado del Partido Republican­o para tratar de reconquist­ar el voto latino. Según organizaci­ones como Latino Decisions, en las elecciones generales de 2016 poco más de 13 millones de hispanos acudirán a las urnas; es decir, poco más del 10% del padrón electoral.

Según esta misma organizaci­ón, si el candidato del Partido Republican­o consigue el respaldo del 60% del voto blanco, necesitarí­a al me- nos contar con el 47% del voto latino para recuperar la Casa Blanca, una cifra que se antoja imposible desde las elecciones de 2012, cuando Romney cosechó el 27%, frente al 70% de Barack Obama.

La lista de aspirantes republican­os a la presidenci­a aumentó a 17, al sumarse a la carrera el ex gobernador de Virginia Jim Gilmore. En declaracio­nes, el miércoles, al diario Richmond Times-Dispatch, Gilmore se mostró preocupado por una serie de conflictos internacio­nales, entre ellos por la lucha contra el Estado Islámico, el conflicto en Ucrania o las ambiciones de China en el Mar de la China Meridional.

“Vamos a encontrarl­os a todos (los indocument­ados) y a deportarlo­s... Y luego permitirem­os que sólo los buenos reingresen al país” “Tenemos muchos tipos malos, como dije... Tenemos mucha gente mala aquí... Quiero que esa gente se vaya del país... Y por cierto, nunca regresarán” DONALD TRUMP Aspirante presidenci­al republican­o “El llamado plan de Trump no pasa la prueba de la risa. La idea de obligar a 11 millones de familias a abandonar el país es inviable” “Trump se coloca así a la derecha de la propuesta de ‘autodeport­ación’ de Romney y revela al país su política migratoria” FRANK SHARRY De la organizaci­ón America’s Voice, al recordar cómo Romney perdió el voto latino en 2012

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