Guatdefoc
Tropiezo. Axl Rose, Slash y compañía “sometieron” a sus fans, quienes anoche los enaltecieron y recordaron los éxitos de la banda en el Foro Sol
La risa imperó en el rodaje del filme de Fernando Lebrija. La actriz Salma Hayek se unió a las críticas contra el empresario estadounidense Donald Trump, quien al referirse a los atentados del 9/11 de 2001 en Nueva York dijo “7-Eleven”.
Durante un evento con simpatizantes en Buffalo, el magnate Trump —quien busca ser presidente de Estados Unidos— dijo:
“Yo estaba ahí y vi a nuestros policías y a nuestros bomberos en el ‘seven-eleven’, abajo, en el World Trade Center, justo después de que cayó”.
El tema ha sido uno de los más comentados en redes sociales y por supuesto no faltaron las burlas, pues “7-Eleven” es el nombre de una franquicia de tiendas de conveniencia.
Salma escribió ayer en su cuenta de Twitter: “Soy una mexicana disléxica y el inglés es mi segundo idioma, sin embargo, no confundo 7/11 con 9/11 #Donald Trump”. Trump dio un discurso en Buffalo, pero se equivocó. y ejecutar aquellos pasos.
Aunque aparentemente los problemas entre Axl y Slash quedaron atrás, en el escenario la interacción entre ambos era nula; el guitarrista británico por momentos se acercaba a Richard Fortus o al baterista Fank Ferrer, pero nunca al vocalista que permanecía sentado en su trono y con la pierna izquierda inmobilizada.
“Double talkin’ jive”, “Estranged”, “Rocket queen” e incluso el cover al grupo Wings “Live and let die” eran igualmente aclamadas.
Con un público acostumbrado a la estridencia, esta noche no fue la excepción y la música sonó sin escatimar en luces, fuegos artificiales y hasta cañones con fuego.
Incluso a la mitad del show tres bailarinas exóticas aparecieron para deleitar al público masculino, mientras escuchaban canciones como “You could be mine”, “Attitude” y “This love”.
El momento para la historia de lavisita de Guns N’ Roses fue cuando ejecutaron uno de sus himnos: “Sweet child of mind”, que hizo que el público eufórico regresara al menos dos décadas al pasado cuando la banda irrumpió en la escena musical.
Por un momento, los emocionados asistentes vieron de nueva cuenta sobre el escenario a cuatro músicos veinteañeros que, con su estilo desenfadado y hard rock, hacían bailar y celebrar a los fanáticos.
El show continuó en una noche en la que no pudieron faltar otras canciones importantes de la carrera de la banda estadounidense, como “November rain”, “Knockin’ on heaven’s door” —cover del músico Bob Dylan— y “Paradise city”, con la cual cerraron el primero de dos conciertos en esta ciudad antes de emprender su tour por Estados Unidos.
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